El Gran Hermano en el trabajo. Vigilar y castigar al empleado con herramientas de control que lo deshumanizan
Seguimiento de las páginas que consultan los empleados, grabaciones de pantalla, hasta registro de teclas. Por entre 10 y 15 euros al mes, multitud de empresas ofrecen herramientas para espiar al empleado que, con la excusa de la productividad, amenazan derechos básicos de los trabajadores.