El cambio climático y la pandemia de COVID-19 han favorecido un estado de pesimismo acerca del funcionamiento del sistema económico y su impacto en el planeta y la vida de las personas. Hay bajona. Hay ansiedad. Hay sensación de ruptura y resulta difícil aventurar si la situación de crisis en cascada de los últimos dos años se resolverá en reflexión colectiva o mediante la huida hacia adelante.
También existen dudas sobre si la tecnología actúa como palanca de cambio positivo o como herramienta perpetuadora de sistemas injustos. Un poco como los dragones de los Targaryen y el propio fuego que simbolizan: de iluminar, dar calor y transformar los elementos a arrasar reinos enteros en dos minutos si el jinete se despeina. La fragilidad de ese espacio azaroso entre lo utópico y lo distópico, tecnología mediante, es ya sorprendente en sí misma.
En su último World Economic and Social Survey, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas incidía en que los avances en una tecnología fomentan el progreso en otras. La invención de nuevos materiales transforma la producción y el almacenamiento de energía, la fabricación y la impresión 3D, la inteligencia artificial (IA) es cada vez más habilitante en términos de automatización, y el aumento en la capacidad de computación permite avances en genética y nanotecnología.
Las innovaciones tecnológicas han sido uno de los grandes motores de progreso de la humanidad. El tratamiento de agua potable, la mejora de los servicios sanitarios y la lucha contra la desnutrición han sido posibles gracias a diferentes avances tecnológicos. Sin embargo, “la velocidad de la innovación provoca disrupciones sociales impredecibles y la aparición de nuevas tecnologías abre todo un océano de posibilidades de difícil previsión e impacto” continúa el informe.
La tecnología no es determinista. Ofrece oportunidades y plantea retos. Para la mayoría de los países, la economía digital y sus repercusiones a largo plazo continúan siendo territorio desconocido. Por otra parte, las políticas y regulaciones tienen el dinamismo de un elefante frente a la velocidad hiperacelerada del desarrollo tecnológico, e incluso en los países desarrollados, son pocos los enfoques que se han puesto a prueba.
Una de las mayores preocupaciones orbita alrededor del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8, trabajo decente. La aceleración de la digitalización y la robotización es un arma de doble filo que requiere intervenciones inminentes. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha remarcado la gran oportunidad que la tecnología representa para el trabajo, pero, a su vez, acuña el concepto de transición justa para (nuevamente) no dejar a nadie atrás en el proceso.
La pérdida de puestos de trabajo debido a la automatización se compensa con nuevas actividades laborales digitales, y en los países desarrollados el reajuste se está produciendo. Pero, incluso dentro de las economías desarrolladas, la posibilidad de ensanchar la desigualdad sigue ahí, porque ni todos los estudiantes, ni toda la población susceptible de entrar en el mundo laboral tiene el mismo acceso a Internet, a herramientas tecnológicas y a formación digital.
El director general de la OIT en España, Félix Peinado, comenta que parte del cometido de la organización es evitar que la tecnología aumente las desigualdades en lugar de eliminarlas: “España está dando pasos en la mejora de las capacidades digitales de sus trabajadores, pero estamos lejos de los resultados que necesitamos. Hay que hacer más hincapié en la necesidad de talento digital y de formación que requieren los trabajos del futuro inmediato. Según Eurostat, el 19% de la fuerza laboral afirma estar poco cualificada para hacer uso de tecnologías digitales en su puesto de trabajo. Una parte de los Fondos Next Generation de la UE se han de aprovechar para contribuir a esta capacitación”.
La edición más reciente del informe de la OIT Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2021 analiza el papel de las transformaciones digitales en el entorno laboral. Ante la cuestión de si la digitalización puede generar una brecha laboral en el tejido productivo español, el directivo afirma que el reto es muy importante, pero matiza: “Si se afronta con eficacia, el problema se minimizaría. Los interlocutores sociales están tratando esto con el Gobierno, afrontándolo de la forma en que la OIT lo plantea: negociada y, a ser posible, consensuada. En la medida en que se vaya incrementando la digitalización de los sectores económicos, la automatización y la aplicación de la inteligencia artificial, se van a producir cambios en la estructura de las ocupaciones que plantearán numerosos retos de futuro para el empleo”.
La OIT también ha elaborado varios informes sobre trabajo en plataformas donde llama la atención sobre los problemas de competencia desleal, falta de transparencia en datos y fijación de precios, además de comisiones costosas. Por otro lado, es muy común que las evaluaciones de los trabajadores de estas plataformas se realicen mediante algoritmos. “Esto puede generar disfunciones importantes y sesgos, ya que los trabajadores son contratados y remunerados en base a dichos algoritmos, que son diseñados siguiendo determinados criterios e instrucciones. En España esta cuestión la aborda la ley dando acceso al algoritmo a los representantes legales de los trabajadores”, insiste Peinado.
TRANSFORMACIÓN EXPONENCIAL
En los últimos 30 años la humanidad ha experimentado un cambio exponencial asentado en la innovación constante. Aunque la mención a la innovación y la tecnología en la Agenda 2030 se encuentra específicamente en el ODS 9, su acción es transversal e impulsa soluciones innovadoras en todos sus ámbitos.
Desafíos relacionados con el fin de la pobreza, la acción por el clima y la reducción de las desigualdades requieren de acciones e ideas creativas que pongan en el centro a las personas y al planeta, y aceleren la consecución de los objetivos. “Para lograrlos es indispensable el desarrollo e implementación de tecnologías innovadoras enfocadas en la sostenibilidad”, señala la directora ejecutiva de Pacto Mundial en España, Cristina Sánchez. Impresión 3D y 4D, internet de las cosas (IoT), big data, drones, inteligencia artificial, blockchain y robótica tienen una aplicación directa en todos los ámbitos de la sostenibilidad. “Hay consenso en que los desafíos deben abordarse bajo enfoques innovadores coordinados con la búsqueda de soluciones viables y sostenibles para todo el planeta”, continúa.
Pacto Mundial opera en el ámbito del ODS 17 fomentando prácticas sostenibles con un aliado imprescindible como es el sector privado. El pasado septiembre, la oficina en España presentó el informeODS Año 7. Innovación para lograr la Agenda 2030: nuevos modelos de negocio sostenibles con la participación de la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien señaló que el Gobierno de España apuesta por la sostenibilidad en el ámbito industrial “a través de PERTE concretos como los relacionados con el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado, las energías renovables y el hidrógeno renovable y su almacenamiento”.
Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible frente a las crisis mundiales requerirá un tipo de innovación disruptiva que nos lleve a una transformación exponencial y que repercuta positivamente en millones de personas. “Por lo que observamos en las empresas españolas y lo que absorbemos de Naciones Unidas, nos encontramos con que la tecnología es una oportunidad única para acelerar la Agenda 2030 y la sostenibilidad corporativa. También para reducir las desigualdades, afrontar los retos de la emergencia climática y salvar los obstáculos hacia la igualdad de género. Pero, al mismo tiempo, vemos que todo avance tecnológico abre una brecha entre quienes lo adoptan y quienes no tienen acceso a él”, continúa Sánchez.
Más del 37% de la población mundial carece de conexión a Internet y la desigualdad de género opera también en esta dinámica. “Aunque este no sea el caso de España, las mujeres tienen menos acceso a Internet y las oportunidades de financiación digital para mejorar sus posibilidades de independencia e igualdad son también menores”, alerta Sánchez. Insiste en que la pandemia ha evidenciado ese riesgo de desigualdad y exclusión que ha provocado el mayor o menor acceso a lo digital. Y añade: “La tecnología soluciona muchos problemas, es un acelerador de procesos, pero es también un factor de desigualdad si no se corrigen los puntos de acceso”.
La directora ejecutiva de Pacto Mundial en España señala que tecnologías como el big data, inteligencia artificial, satélites y sensores de monitorización son muy importantes e impactan en múltiples ODS, especialmente en los relacionados con lo ambiental: energías limpias (7), acción por el clima (13), protección de los entornos marino y terrestre (14 y 15). “El sector agrícola también está implementando mucha tecnología en cultivos inteligentes, aprovechamiento de la tierra y respeto a la biodiversidad. En turismo, uno de los sectores que más impacto medioambiental genera debido a su transversalidad, hay muy buenos ejemplos de empresas que utilizan la tecnología con propósito sostenible”, afirma.
17 TECNOLOGÍAS PARA 17 ODS
La tecnología acelera los tres pilares del desarrollo sostenible: el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental. Así opera transversalmente en cada ODS de la Agenda 2030, según Pacto Mundial.
ODS 1 Fin de la pobreza: el acceso a los servicios financieros digitales ha demostrado ser un paso fundamental para ayudar a las personas a salir de la pobreza.
ODS 2 Hambre cero: la digitalización ayuda a mejorar el rendimiento de los cultivos y la productividad empresarial a través de un mejor acceso a información del mercado, previsiones meteorológicas, programas de formación y otros contenidos en línea. Por su parte, la robótica agrícola para la automatización de cosechas y procesos reduce el consumo de energía y el desarrollo de prácticas más empíricas y eficientes. Toma fuerza la investigación en fuentes alternativas de proteínas como insectos, microalgas, hongos y nuevas especies de plantas, además del desarrollo de proteínas sintéticas de bajo coste y bajas emisiones.
ODS 3 Salud y bienestar: la secuenciación del genoma humano y la pandemia han acelerado la innovación en medicina preventiva. Una perspectiva más amplia y mayores inversiones permitirán apoyar los tratamientos de vacunas de ARN mensajero y la edición genética, que ha permitido disrumpir la comprensión de una enfermedad.
ODS 4 Educación de calidad: los dispositivos móviles permiten a los estudiantes acceder a los recursos de aprendizaje en cualquier lugar y momento con la capacidad añadida de contribuir a la ruptura de barreras económicas, diferencias entre zonas rurales y urbanas y desigualdad de género.
ODS 5 Igualdad de género: las tecnologías de la información (TIC) crean oportunidades laborales para mujeres como propietarias y gestoras de proyectos. Sin embargo, en la red hay hasta 250 millones de mujeres menos que hombres.
ODS 6 Agua y saneamiento: la investigación de biomateriales acelera los avances para conseguir agua limpia. Por otro lado, las TIC facilitan la medida y el control del suministro y las intervenciones necesarias. Permiten a los responsables locales garantizar una extensión equitativa y sostenible del agua, y los servicios de saneamiento e higiene.
ODS 7 Energía asequible y no contaminante: las energías renovables son la baza para descarbonizar la economía y proliferan los avances para potenciar su uso. Desde microgeneradores eólicos y sistemas basados en la aerotermia y la geotermia para la climatización hasta el uso de biocombustibles fabricados a partir de residuos orgánicos como el biogás. Los combustibles sintéticos producidos a partir de CO2 retirado de la atmósfera y sumado al hidrógeno producido a partir de electricidad de origen renovable constituyen otra línea de investigación. Las nuevas baterías de aluminio y azufre (materiales abundantes y económicos) sirven como almacenamiento de respaldo de bajo coste para fuentes de energía renovable como la solar y la eólica. Cristales ferroeléctricos como el titanato de bario o el óxido mixto de bario y titanio consiguen un mayor voltaje que el silicio y se perfilan como sustitutos en los paneles solares.
ODS 8 Trabajo decente y crecimiento económico: las habilidades digitales se han convertido en un requisito para casi todos los puestos de trabajo. Debe priorizarse su desarrollo en las estrategias de empleo juvenil y de emprendimiento de todos los países.
ODS 9 Industria, innovación e infraestructura: sin la infraestructura digital que potencia el mundo virtual no es posible crear aplicaciones que permitan soluciones escalables para los ODS. La Unión Internacional de las Telecomunicaciones (ITU) señala que para el siglo XXI la banda ancha debe considerarse infraestructura esencial por su potencial en la industria y en la innovación energética. El papel de la ITU en la adopción de un espectro y normas armonizadas globalmente es esencial para facilitar el desarrollo de una infraestructura transformada digitalmente, como la tecnología 5G, que darán soluciones escalables a todos los ODS.
ODS 10 Reducción de las desigualdades: la digitalización permite que los segmentos de la sociedad más vulnerables accedan a la información y el conocimiento. Los diseños inteligentes aumentan la accesibilidad e inclusión de discapacitados o de personas mayoras con problemas de movilidad.
ODS 11 Ciudades sostenibles: con más de la mitad de la población mundial viviendo en entornos urbanos, las TIC son esenciales para ofrecer enfoques innovadores en la gestión las ciudades: edificios inteligentes, movilidad sostenible y gestión del agua, consumo energético y residuos.
ODS 12 Consumo y producción responsables: aspectos relativos a la economía circular como la reducción, reciclado y reutilización de recursos y la trazabilidad de la cadena de suministro no serían posibles sin innovaciones tecnológicas. En industrias de consumo tan contaminantes como la moda, es posible implantar procesos que permitan la utilización de materiales reciclados, tejidos sostenibles o tintes biodegradables, mejorar la predicción de la demanda, aumentar la longevidad y la calidad de los productos e impulsar un diseño del patronaje donde la pérdida de tejido sea mínima. Ya hay alternativas frente a la contaminante industria cárnica como la carne sintética creada en laboratorio a partir de células madre de los músculos de los animales. También desde se investiga la manera de producir sustitutos de la carne y pescado (ya existe el salmón vegetal) con propiedades nutritivas, textura y sabor similares a los reales.
ODS 13 Acción por el clima: la vigilancia por satélite permite hacerle seguimiento al planeta, aportando información climática y meteorológica, previsión y sistemas de alerta temprana. La Data for Climate Action, una iniciativa de big data impulsada por UN Global Pulse, es un proyecto de innovación abierta que canaliza cantidades masivas de datos y su análisis desde el sector privado para luchar contra el cambio climático.
ODS 14 Vida submarina: el big data permite analizar las tendencias a corto y largo plazo en términos de biodiversidad, contaminación, patrones meteorológicos, evolución de los ecosistemas y planificar actividades de mitigación.
ODS 15 Vida de ecosistemas terrestres: el seguimiento basado en satélite proporciona datos globales puntuales y precisos y los sensores locales ofrecen actualizaciones en tiempo real.
ODS 16 Paz, justicia e instituciones sólidas: las TIC pueden tener un papel importante en la gestión de crisis, la ayuda humanitaria y la consolidación de la paz, y han demostrado ser una ayuda poderosa en ámbitos como el control electoral. La creciente utilización de datos abiertos por parte de los gobiernos aumenta la transparencia, capacita a los ciudadanos y ayuda a impulsar el crecimiento económico.
ODS 17 Alianzas para lograr los objetivos: la creación de sinergias entre diferentes actores puede contribuir al desarrollo de tecnologías más inclusivas. Las alianzas permiten explorar enfoques diferenciados e incorporar recursos complementarios.
Existen tecnologías suficientes para construir un escenario de vida económica y socialmente inclusivo que sea, además, compatible con la vida en un planeta frágil. El único deseo es que su actuación se parezca más a la de Fuyur, ese dragón amable de La historia interminable que al terrible Drogon de Juego de Tronos, capaz de calcinar cualquier deseo de prosperidad común.
Sobre la firma
Ana García Huerta es periodista y creadora de contenidos estratégicos para organizaciones públicas y privadas. Ha colaborado con múltiples medios - Cinco Días entre ellos- y tras un paso por Naciones Unidas escribe sobre tecnología, innovación, sostenibilidad y propósito.