COVID, clima y conflictos: tres C marcan los retos de las ciudades

Octubre es el mes de las cuestiones urbanas, en el que Naciones Unidas dedica 31 días a favorecer el debate sobre el entorno en el que vive más del 50% de la población global. El cambio climático y la pandemia de coronavirus han agregado un sentido de urgencia a la demanda de cambios en algunas de las prácticas en el camino hacia futuros urbanos más sostenibles.

Desde que el hombre reconoció su naturaleza gregaria asentándose en familias, comunidades, poblaciones y, finalmente, ciudades, la complejidad del entramado sobre el que sucede la vida humana no deja de crecer. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y ese índice seguirá aumentando. “En España el porcentaje se eleva al 82%. Somos un país eminentemente urbano”, comenta la jefa de Oficina de ONU-Hábitat (Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos) en España, Carmen Sánchez-Miranda.

En ellas se genera el 80% de los residuos del planeta y de las emisiones efecto invernadero y se aglutina el 60% de los empleos de alto valor añadido. Son tanto territorio de oportunidad como generadoras de exclusión y segregación. En este punto Sánchez-Miranda señala que en los últimos años se ha producido un cambio de mentalidad: “Si antes pensar en ciudades traía la idea de atascos y contaminación, hoy se ven como palancas de oportunidad para cambiarlo todo”.

Las urbes son la trama que conecta y sobre la que se despliega la mayor parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Cumplir con el 11, ciudades más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, impacta en el cumplimiento de muchos otros ODS. La Nueva Agenda Urbana, además, es un instrumento acelerador del conjunto de la Agenda 2030”, señala. La agenda a la que se refiere es la hoja de ruta sobre la que ONU-Hábitat articula su mandato. Se aprobó en 2016 y es un compendio de recomendaciones alrededor de la planificación urbana, la movilidad sostenible, la inclusión, la gestión del espacio público, el acceso a una vivienda digna y asequible o la relación entre las ciudades y las comunidades rurales.

La labor de la oficina de ONU-Hábitat en España es la difusión de conocimiento, el apoyo técnico y el acompañamiento en los procesos relacionados con el desarrollo urbano sostenible. Si tiene un logro significativo del que hablar, ese ha sido el de apoyar y acompañar el proceso hacia la Agenda Urbana Española, el reflejo nacional de las indicaciones de la global. El cambio de nombre del Ministerio de Fomento a Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana es, cuanto menos, un guiño al compromiso del actual Gobierno con las indicaciones de la Agenda 2030.

Esta lógica ha permeado en las comunidades autónomas, donde ONU-Hábitat también ha estado acompañando el proceso con distintos niveles de implicación. Gracias a ese apoyo, Andalucía, Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana y País Vasco ya tienen su propia agenda urbana. Para este nivel de la administración más cercano a las personas, Sánchez-Miranda explica: “Una preocupación de los ayuntamientos es localizar, aterrizar en la realidad de sus calles y sus plazas las metas de la Agenda 2030, y ahí también estamos dando apoyo y activando la conversación en múltiples foros”.

A mediados de septiembre Moncloa anunció que Bilbao será la sede permanente del Secretariado de la Coalición Local 2030. Los esfuerzos de distintos niveles de la Administración por apoyar la candidatura han permitido que España acoja un nuevo organismo de Naciones Unidas, el destinado a coordinar la implantación de los ODS a pie de calle. Imposible no hacer el chiste. Si hasta hoy los de Bilbao nacían donde querían, desde ahora las ciudades del mundo mirarán a la ciudad vasca como coordinadora de los esfuerzos para bajar al terreno las metas del ODS 11. Andadura que se cerrará el 31 de octubre con la inauguración de la oficina del Secretariado coincidiendo, precisamente, con el Día Mundial de las Ciudades que pone fin al Octubre Urbano de Naciones Unidas. Será un día para insistir en el hecho de que las ciudades viven en la triangulación de tres C: COVID-19, cambio climático y conflictos, tal y como se resumió en el XI Foro Urbano Mundial, celebrado a finales de junio en Katowice (Polonia).

Entre febrero y junio el país recibió más de tres millones de refugiados ucranianos. En las calles de Katowice el apoyo se palpaba en la profusión de banderas amarillas y celestes, y en los espacios de discusión del foro “la sensación era de llamada a la acción más que de un foro expositivo de retos y buenas prácticas”, comenta Sánchez-Miranda. En la ceremonia de apertura, la directora ejecutiva de ONU-Hábitat, Maimunah Mohd Sharif, señaló que el encuentro debería servir para “compartir verdades incómodas sobre un mundo en proceso de urbanización con 93 millones de personas adicionales empujadas a la pobreza extrema en 2020 debido a la pandemia”.

La pobreza que han de sostener las ciudades, la acogida de refugiados provenientes de conflictos bélicos y de desplazados por desastres climáticos (los climigrantes) y la nueva manera de configurar la gobernanza de los entornos urbanos ante emergencias como la pandemia obligan a hablar de una palabra de moda: resiliencia. Para Sánchez-Miranda, no solo supone estar preparados para los cambios en el clima y sus consecuencias, “hay que entenderla como concepto que incluya la estructura física de las ciudades, pero también lo económico y lo social para actuar ante situaciones como las que estamos viviendo”.

INNOVA, QUE ALGO QUEDA

Alrededor de 100.000 habitantes, sexta ciudad española con mayor renta per cápita, un 70% de titulados superiores entre sus ciudadanos y segunda ciudad de la Comunidad de Madrid por número de start-ups de base tecnológica (106 con 1.433 empleados). Hablamos de Las Rozas. Con estos mimbres, el sustrato era propicio para crear Las Rozas Innova, que actúa como empresa pública de innovación del Ayuntamiento y (oh, sorpresa) cuenta con el apoyo de toda la corporación municipal, de Vox a Unidas Podemos. “Es un proyecto a largo plazo dotado de un plan estratégico y planes de acción bienales no sujeto a los cuatro años de mandato municipal. Queremos plantar el árbol que dará sombra a nuestros nietos generando contexto para que la ciudad crezca desde parámetros de sostenibilidad, innovación y desarrollo tecnológico” señala el alcalde de Las Rozas, José de la Uz.

Las Rozas Innova cuenta con tres áreas conectadas: desarrollo de soluciones innovadoras; impulso al emprendimiento (tres programas anuales para proyectos en fase de semillero y un hub para start-ups en fase crecimiento con una veintena de empresas) y, sobre todo, conexión de ecosistemas y atracción de inversión y talento. Uz detalla: “Somos de las escasas ciudades de España que han lanzado procesos de compra pública de innovación. Queremos incorporar en nuestros servicios públicos las soluciones más nuevas y disruptivas”.

Coincidiendo con la Semana Europea de la Movilidad Sostenible, la ciudad ha presentado un plan enfocado a 2030 con más de 30 medidas que combina medidas tradicionales (carril bici, sendas peatonales), con iniciativas innovadoras y tecnológicas que contribuyen al crecimiento eficiente y conectado de la ciudad. Entre sus hitos en movilidad: ser la primera ciudad de Europa en la que se ha probado un vehículo autónomo en un entorno real y considerar la futura utilización de “vertipuertos” (espacios de aterrizaje y despegue de drones tanto para labores de reparto de mercancía como de transporte de personas) en su plan.

Y es que el transporte es uno de los sectores con más peso en el global de las emisiones de gases de efecto invernadero, un 27% según el último Inventario Nacional de Emisiones a la Atmósfera. Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de la movilidad urbana en España representan un 10% de las totales. Un 87% corresponden al desplazamiento de personas y un 13% al transporte de mercancías. Las innovaciones en movilidad, incluidos el transporte autónomo, los vehículos eléctricos y los drones demandan enfoques de planificación urbana distintos a los que se han desarrollado hasta ahora. Tecnologías como el big data, la inteligencia artificial, la realidad virtual, aumentada y mixta e Internet de las cosas presentan oportunidades de eficiencia y comunicación, pero también requieren nuevos marcos de gobernanza.

La peatonalización de los centros urbanos, el fomento del transporte público, los servicios de patinetes, bicicletas y coches eléctricos han proliferado en los últimos dos años a un ritmo prometedor. El sector público sabe que la planificación de la movilidad es crítica y esa preocupación también se está ampliando a la movilidad corporativa. Frente al concepto clásico de coche de empresa, “las organizaciones empiezan a apostar por la movilidad sostenible como servicio. Ante la elección de vehículos eco o de alta gama al mismo precio, los empleados eligen los primeros”, señala la CEO de la empresa de movilidad JoinUp, Elena Peyró.

CONSTRUCCIÓN Y VIVIENDA

Los edificios son responsables del 40% del consumo energético de la Unión Europea y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante su construcción, utilización, renovación y demolición. Parte del consumo y las emisiones relacionadas se debe a que el 75% de los edificios son energéticamente ineficientes. “Replantear la forma en que actualmente se construye y se usan los edificios es fundamental para alcanzar un futuro sostenible”, señala la directora del Observatorio 2030 del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Ángela Baldellou.

La Comisión Europea plantea que todos los edificios nuevos deben ser de cero emisiones a partir de 2030, además de proponer nuevos estándares mínimos de rendimiento energético. “En las ciudades españolas existe un problema de envejecimiento y eficiencia energética del parque de edificios. La investigación y el desarrollo de nuevos materiales y técnicas puede ayudar a disminuir el impacto sobre el medioambiente haciendo los edificios más eficientes y sostenibles, además de más saludables e inclusivos”, insiste Baldellou.

Entre las tendencias innovadoras en edificación se encuentran el desarrollo de materiales para capturar dióxido de carbono de la atmósfera, la aplicación de la realidad virtual en la mejora del diseño y de la robótica y la construcción modular en la edificación alineadas con la impresión 3D. Además, el uso de microgeneradores eólicos y sistemas basados en aerotermia o geotermia para la climatización, las cubiertas vegetales que mejoran el aislamiento del edificio y la calidad del aire de las ciudades o los diseños que facilitan la accesibilidad e inclusión de las personas mayores o con problemas de movilidad forman también parte de estas tendencias.

El acceso a la vivienda es otra de las chinas en el zapato de las ciudades. Arquitectos, legisladores, sociólogos y miembros del entorno académico reflexionaron sobre ello en mayo pasado en el Foro de la Unión Internacional de Arquitectos sobre accesibilidad de la vivienda. “Para mantener vivas las conclusiones del foro, compartir el conocimiento y desplegar una taxonomía común se creó un comité con más de 40 expertos internacionales que identificaron hasta seis barreras que dificultan el acceso a la vivienda”, señala la experta.

A petición del Foro, la consultora 300.000 Km/s ha creado un atlas en el que integra datos de múltiples instituciones que detallan más de 16.000 regiones metropolitanas del mundo, permitiendo analizar ciudad por ciudad la expansión de la urbanización en el último medio siglo. La herramienta deja consultar y explorar relaciones entre distintos indicadores desde 1976 clasificados en las seis barreras identificadas. “Es una especie de Google Maps, pero cualitativo. Funciona como una red de redes, formada por expertos y organismos con capacidad para acceder a datos relevantes para cada barrera o situación de acceso a la vivienda, permitiendo analizar las distintas variables desde una misma plataforma web”, detalla Baldellou.

Tecnología para facilitar decisiones a partir de datos cruzando distintas variables, vertipuertos, conexión de ecosistemas de innovación y vehículos eco. Suena bien, y mejor lo haría si el capital de datos convertido en conocimiento aplicase en beneficio de la prosperidad común. También si la innovación acercase realidades dispares socialmente y no dejara “a nadie ni a ningún lugar atrás”, como en su arranque plantea la Nueva Agenda Urbana. Las ciudades, como diría Saskia Sassen, “mejor sabias que inteligentes”.

Sobre la firma

Ana García Huerta

Ana García Huerta es periodista y creadora de contenidos estratégicos para organizaciones públicas y privadas. Ha colaborado con múltiples medios - Cinco Días entre ellos- y tras un paso por Naciones Unidas escribe sobre tecnología, innovación, sostenibilidad y propósito.

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