Pagar en segundos: ventajas y costes de los pagos instantáneos

Las cada vez más populares transferencias inmediatas y el éxito de herramientas como Bizum están logrando que cada vez más dinero circule en cuestión de segundos. Aunque nunca haya tenido tanta prisa por enviarlo o recibirlo, estas transacciones ofrecen numerosas ventajas a usuarios, empresas y gobiernos. Eso sí, no todas son gratis.

Hace no mucho, una amiga se compró una furgoneta de segunda mano. Llevaba meses buscando y, cuando por fin la encontró, tuvo que desplazarse hasta otra comunidad autónoma para recogerla. La cosa iba bien, el dueño parecía de fiar y ambos se sentían cómodos con la transacción, hasta que llegó el momento de pagar. La entidad bancaria de mi amiga no permitía realizar transferencias inmediatas, así que, aunque la ordenara delante del vendedor, él no recibiría el dinero hasta el día siguiente. El riesgo estaba en que, en ese lapso, mi amiga podía anular la transacción, dejando al vendedor sin furgoneta y sin dinero.

Mi amiga tuvo que recurrir a un familiar cuyo banco sí permitía las transferencias inmediatas para poder solucionar el problema. Finalmente pudo marcharse con su nueva furgoneta con la tranquilidad de que su antiguo dueño ya tenía en su poder el dinero acordado. Sin embargo, durante un rato, ambos vieron peligrar el acuerdo, simple y llanamente, porque la entidad bancaria de mi amiga no permitía un tipo de operación que, afortunadamente, cada vez es más común. De hecho, parece que prácticamente todos los bancos con sede en España las permiten salvo el suyo, tal y como refleja una recopilación del comparador de productos financieros Helpmycash.

“Es posible que en ocasiones el destinatario necesite recibir el dinero de forma urgente. En este caso se recurrirá a transferencias inmediatas, en las que el tiempo de ejecución de la transferencia bancaria se reduce considerablemente. Normalmente, este tipo de operaciones suelen llevar implícito el pago de una comisión por parte del emisor del traspaso”, detallan desde el Banco Santander detallan. Es decir, que, aunque un puñado de entidades permiten realizarlas de forma gratuita, en la mayor parte de los casos el usuario deberá pagar por ellas, según la recopilación anterior. “Las transferencias inmediatas tienen un coste medio de 2,32 euros. En algunos bancos pueden ser gratis y en otros el coste puede superar los 10 euros”, resumen desde Helpmycash.

Una de las cosas que más sorprenden del caso de mi amiga es que su banco siga sin permitirlas, teniendo en cuenta que están disponibles desde que “el 21 de noviembre de 2017 se empezó a utilizar un nuevo estándar para la realización de transferencias instantáneas, (Esquema Sepa Instant Credit). Este servicio, operativo inicialmente en ocho Estados de la Unión Europea, entre ellos España, facilita que las transferencias, nacionales y transfronterizas, se hagan en menos de 10 segundos, hasta un límite de 100.000 euros por operación (antes del 1 de julio de 2020, este límite era de 15.000 euros)”, detallan desde el Banco de España.

Pero esta no es la única opción para hacer pagos en segundos sin tener que tocar el efectivo: “Desde noviembre de 2018 está activa la plataforma TIPS (Target Instant Payment Settlement), solución integral y paneuropea que ofrece el Eurosistema y que amplía el abanico de posibilidades que las entidades, empresas y ciudadanos tienen a su disposición. Cada vez más entidades (y sus clientes) pueden liquidar pagos inmediatos completando y desarrollando el servicio de liquidación de pagos inmediatos”, añade el Banco de España.

“Las características clave de SCT Inst incluyen que el servicio esté disponible de manera constante (24 horas al día, 365 días al año); y que el proveedor de servicios de pago del destinatario no tarde más de diez segundos en informar al del pagador si el dinero se ha recibido y, en caso de una transacción exitosa, poner los fondos a disposición del destinatario”, señala el Banco Central Europeo. Así que, en realidad, las transferencias inmediatas son solo una opción dentro del esquema de los pagos instantáneos, que abarcan otras alternativas como el omnipresente y gratuito servicio de Bizum.

UN ÉXITO ‘MADE IN SPAIN’

En vista de que es gratis y de que su facilidad de uso ya ha conquistado el corazón y los dispositivos de unos 23 millones de españoles, probablemente se estará preguntando por qué mi amiga no recurrió a Bizum para resolver el pago de su furgoneta de segunda mano. La clave está en su límite de hasta 1.000 euros por transacción y de hasta 2.000 euros por ingresos diarios, que lo vuelve inútil para operaciones con importes más elevados. Pero, como contó el propio CEO de la compañía, Ángel Nigorra, en 2016 (el mismo año de su nacimiento), “el origen de Bizum es reducir el efectivo”, que no es precisamente la forma más habitual de pagar grandes sumas como la que supone un vehículo seminuevo.

En 2021 El País estimó que el importe medio en las transacciones de Bizum era de 48 euros, frente a los 1.200 euros en las transferencias, dejando claro que este servicio made in Spain se ha convertido en uno de los medios favoritos para realizar pequeños pagos rápidos entre particulares. De hecho, según cuenta el artículo, su propio nombre alude precisamente a estos dos conceptos: “el prefijo bi en referencia a dos, a la interacción de unos con otros, y zum por su rapidez”.

Ahora, siete años después de su lanzamiento, la herramienta ya se ha utilizado para llevar a cabo más de 2.000 millones de transacciones, según la compañía. El servicio está popularizándose incluso entre los comercios, como demuestra que casi 50.000 plataformas de comercio electrónico ya lo admitan entre sus formas de pago. De hecho, aunque Bizum impone límites a las operaciones entre particulares, no es así en el caso de las transacciones con comercios, donde el importe máximo es aquel que el usuario tenga prestablecido con su entidad bancaria.

Cada año, las cifras de usuarios, crecimiento y transacciones realizadas mediante Bizum dejan claro que se trata de un éxito de innovación del mercado financiero español. Pero incluso su propio origen lo convierte en un producto único, y es que, frente a la férrea competencia que los bancos suelen mantener entre sí, Bizum nació amparado por la colaboración de prácticamente todas las entidades bancarias del país, como el Banco Santander. En 2016, Nigorra contaba: “Hemos logrado que 23 entidades ofrezcan Bizum a la vez, y dos más se unirán antes de fin de año, otras tres se sumarán antes de marzo del año que viene y estamos trabajando con otras seis para que se integren pronto”.

En la actualidad ya es compatible con 37 entidades bancarias, lo que prácticamente representa la totalidad de los bancos españoles. De hecho, a estas alturas, lo difícil en España es encontrar uno que no lo incorpore, ya que Bizum ha ido desbancando a todas las alternativas individuales que ofrecían cada uno de los bancos y de las que ya casi nunca se oye hablar. Por eso no es de extrañar que su nombre se haya convertido en una parte más del vocabulario habitual de muchísimos españoles.

VENTAJAS DE PAGAR EN SEGUNDOS

Los beneficios para los usuarios saltan a la vista. No obstante, un informe del Fondo Monetario Internacional publicado hace menos de un año, resume: “El objetivo general es reducir los retrasos y gastos actuales al realizar una operación de pago nacional. Esto mejora la rentabilidad y la eficacia operativa del sistema de pagos de un país, al tiempo que reduce el riesgo […]. Unos 55 países han implantado pagos instantáneos entre 2001 y 2019 y se prevé que al menos 10 más lo hagan”.

Tras analizar distintas publicaciones, los beneficios de los pagos instantáneos podrían clasificarse en seis:

  1. Velocidad: las transacciones instantáneas permiten que el dinero se mueva de forma rápida, casi en tiempo real. Esto es especialmente beneficioso en situaciones donde se requiere una respuesta inmediata, como pagos urgentes o transferencias entre cuentas bancarias.
  2. Comodidad: los pagos y las transferencias instantáneas eliminan la necesidad de esperar largos para procesar y transferir el dinero. Esto brinda comodidad tanto a los usuarios como a las empresas, ya que pueden realizar transacciones sin demoras innecesarias.
  3. Disponibilidad 24/7: incluso en días festivos. Esto es especialmente útil en un mundo globalizado donde las transacciones internacionales son cada vez más comunes.
  4. Seguridad: las tecnologías utilizadas en los pagos y las transferencias instantáneas están diseñadas con altos estándares de seguridad. Los sistemas de autenticación y cifrado ayudan a proteger la información financiera y reducir el riesgo de fraude.
  5. Impulso a la economía: la disponibilidad de pagos y transferencias instantáneas facilita el comercio y el intercambio de bienes y servicios. Esto contribuye al crecimiento económico al agilizar las transacciones y promover la eficiencia en el sistema financiero.
  6. Innovación financiera: la capacidad de realizar pagos y transferencias instantáneas ha impulsado la innovación en el sector financiero. Empresas fintech y otros proveedores de servicios financieros han desarrollado aplicaciones y plataformas que aprovechan esta tecnología, lo que mejora la experiencia del usuario y abre nuevas oportunidades de negocio.

En vista de todos estos beneficios, no es de extrañar que cada vez más dinero se mueva de forma inmediata a nivel mundial. Para 2027, se estima que los pagos instantáneos moverán 376.000 millones de dólares, lo que supone un aumento del 289% frente a los 97.000 millones de dólares de 2022, según un informe de Juniper Research. Así que ya sabe, si su banco es de esos que todavía no permite las transferencias inmediatas ni es compatible con Bizum, tal vez sea la hora de cambiar. No querrá que le pase lo mismo que a mi amiga con su furgoneta, ¿verdad?

Sobre la firma

Marta del Amo

Periodista tecnológica con base en ciencias. Coordinadora editorial de 'Retina'. Más de 12 años de experiencia en medios nacionales e internacionales como la edición en español de 'MIT Technology Review', 'Público', 'Muy Interesante' y 'El Español'.

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