Ser como Amazon: hiperautomatización para acelerar cualquier empresa

Las últimas innovaciones como la inteligencia artificial permiten a las compañías robotizar multitud de procesos, con la consecuente ventaja competitiva que adquieren. Pero, hasta hace poco, las herramientas y los pasos necesarios para hacerlo resultaban tan complejos que muy pocas lo lograban con éxito. Para solucionarlo, los fabricantes han respondido con modelos tan sencillos que ya casi ni siquiera hacen falta conocimientos técnicos para usarlos.

“La evolución es tan real como el calor del Sol”, dijo una vez Richard Dawkins. Lo que quizá no sepa el famoso biólogo es que su frase es tan cierta para los seres vivos como lo es para la tecnología. Basta con ver cómo eran los teléfonos móviles, las televisiones y los ordenadores hace 30 años y cómo son ahora. Pero, más importante que la evolución de su aspecto es la del software que llevan por dentro, que son los que nos permiten hacer cada vez más prodigios, como identificar el idioma de un texto y traducirlo en segundos y sacar una foto con la iluminación y el contraste perfectos sin tener que pasarle 20 filtros de Photoshop.

Ambas hazañas son posibles gracias al avance de las tecnologías de automatización, especialmente, de la inteligencia artificial (IA). Y del mismo modo que los seres vivos aprovechamos cada ventaja evolutiva para ganar la carrera de la selección natural, las empresas necesitan ir incorporando las últimas versiones de la innovación tecnológica para mantener su ventaja competitiva. En plena era de la digitalización, dominada por la agilidad, la eficiencia y el ahorro de costes, la última gran evolución ha adquirido del nombre de hiperautomatización y, según Gartner, va a convertirse en una de las principales tendencias de la transformación digital de las empresas.

“La hiperautomatización es un enfoque que las organizaciones utilizan para identificar, revisar y automatizar rápidamente el mayor número posible de procesos e implica el uso combinado de múltiples tecnologías, herramientas y plataformas”, detalla la consultora. Espere, ¿qué? ¿No llevábamos ya años hablando de automatización de tareas y procesos? ¿De dónde sale ese hiper y qué significa? “La hiperautomatización representa la evolución de las propias tecnologías, que las vuelve más sencillas y fáciles de usar y permite combinarlas para elevar la automatización a la categoría de hiper”, explica el director de Hiberus Smart Orgs, Fernando Nogueras.

La clave reside en la facilidad de uso y en la falta de conocimientos técnicos para conseguir las mismas cosas que antes requerían programación o ejecución manual. Un caso muy claro es el de los sistemas de programación low code y no code. A diferencia de los complejos fragmentos de código hechos a medida que solían usare, estos nuevos formatos tienen tantas variables preconfiguradas que a veces ni siquiera hace falta escribir una sola línea para crear un programa. Yo me lo imagino un poco como los objetos autoadhesivos. Donde antes hacía falta un taladro y saber usarlo para colgar un espejo, llegó la cinta de doble cara y se desterró al aparato, al agujero, al tornillo y al taco de golpe y porrazo, pero logrando exactamente el mismo objetivo.

Esta evolución tecnológica hacia la sencillez se vuelve estratégica cuando se tiene en cuenta que, del 57% de las organizaciones que en 2018 ya habían iniciado su transición hacia la automatización, más de la mitad reconoció que estaba siendo más complicado de lo esperado, según una encuesta de McKinsey. Y lo que es peor, en aquel momento solo el 55% de ellas consideraba que esta transformación había sido un éxito. En los cinco años que han pasado desde entonces, el porcentaje de empresas que han decidido automatizarse probablemente no haya hecho más que aumentar. Y es que, de media, la consultora estima que alrededor del 60% de los puestos de trabajo actuales tienen al menos un 30% de actividades susceptibles de ser automatizadas.

Para ayudarlas, la respuesta de la industria de la automatización consiste en ofrecer modelos cada vez más sencillos y fáciles de configurar y usar con los que ya no es necesario hacer diseños de software a medida ni complicadas integraciones manuales. “Una frutería, por ejemplo, podría incorporar una inteligencia artificial de análisis de imagen que revise el estado de cada pieza de fruta antes de ser enviada al cliente. Y para esto ya no hace falta diseñar un sistema de IA a medida, ahora existen herramientas listas para usar que se pueden integrar fácilmente con los sistemas que el frutero ya tiene”, explica Nogueras.

De hecho, el sector de los bienes de consumo y el de bebidas y alimentación representan la primera y la segunda industria respectivamente que más capital van a invertir en automatización en los próximos cinco años, según otra encuesta de McKinsey publicada en enero. Entre los negocios reales que Hiberus ya ha ayudado a hiperautomatizar destaca un gran despacho de abogados en el que aplicó inteligencia artificial para el análisis de sentencias y jurisprudencia, y una compañía olivera la que incorporó sistemas de RPA (automatización robótica de procesos) en distintas áreas del procesamiento de su producto, así como distintos proyectos con la Administración Pública y la industria automovilística.

Para reducir su incertidumbre ante estos cambios y aumentar las tasas de éxito de la hiperautomatización frente a la insatisfacción que sentían las compañías en 2018, el enfoque de Nogueras consiste en iniciar el proceso con un pequeño piloto o prueba de concepto, como suele decirse en el mundo del emprendimiento. El experto detalla: “Es muy importante que vean resultados lo antes posible, por eso lo primero que hacemos es entender sus procesos e identificar dónde tienen un quick win para poder empezar a trabajar”.

DEL PRIMER NOKIA AL ÚLTIMO IPHONE

Puede que esté pensando que hace ya tiempo que inició el proceso de digitalización de su compañía, y que con las herramientas que incorporó entonces ya ha conseguido las mejoras que quería. Pero eso sería un poco lo mismo que decir que hace 20 años se compró un Nokia 3310 con el que puede enviar SMS y jugar a La serpiente, y que para qué se va a gastar ahora más dinero en un smartphone. Si ve la diferencia en el caso de su teléfono, también debería verla en lo que a automatización de procesos se refiere.

A nivel usuario, quedarse obsoleto en cuanto al teléfono móvil acarrea consecuencias como no poder acceder a servicios de comunicación por excelencia, como el correo electrónico y WhatsApp, lo que obligaría a sus amigos y familiares a gastarse el dinero en mensajes de texto o a llamarle por teléfono. Lo más probable es que directamente acaben reduciendo sus comunicaciones con usted. Pero, en el caso de las empresas, aferrarse a lo analógico o a las primeras herramientas digitales que incorporó hace años podría suponer la extinción, del mismo modo que desaparecen las especies que no se adaptan a los cambios del entorno.

“Si una empresa no está pensando en sumarse a la hiperautomatización, su estrategia de digitalización se va a quedar por detrás de la competencia tarde o temprano porque todas las demás van a avanzar en su transformación digital mucho más rápido”, advierte Nogueras. En su opinión, adoptar este enfoque es como “intentar parecerse cada vez más a Amazon”, y añade: “Si haces un pedido en Amazon por la mañana y te llega por la tarde, no es por causalidad, sino porque es una empresa hiperautomatizada y tiene un montón de tecnología”.

Esta amazonización ya ha calado en algunas industrias como la banca, como reconoció hace poco el director Global Talento y Cultura del BBVA, Carlos Casas: “Ahora somos más una empresa tecnológica que una financiera”. Pero no todas las compañías necesitan atiborrarse de tecnología para sumarse a la hiperautomatización. Nogueras afirma: “Microsoft, por ejemplo, ofrece una modalidad de suscripción para un buen conjunto de herramientas de hiperautomatización integradas que permite desarrollar aplicaciones sin código, hacer robotización de procesos, digitalizarlos…”.

Además, explica que lo bueno de confiar en estos grandes fabricantes, especialmente en el caso de las compañías más pequeñas, es que actualizan las herramientas a medida que evolucionan, sin que el cliente tenga que hacer nada, como cuando nuestro ordenador o nuestro móvil nos lanza el mensaje de que necesita actualizar su software y lo hace, queramos o no. De esta forma no es necesario cambiar toda la infraestructura de arriba abajo como quien pasa del iPhone 5 al 6 y al 7 con cada nuevo lanzamiento, el sistema lo hace solo.

“Más que desarrollar soluciones informáticas a medida, que eso es más para las grandes empresas y sus complejos procesos, para un pequeño negocio esta debería de ser su estrategia principal de digitalización. Este tipo de tecnología le da una ventaja competitiva porque tiene un precio muy asequible”, concluye el experto de Hiberus. Y ya sabe, tanto en tecnología como en la vida, o comes o te comen. Porque, como también dijo el bueno de Dawkins, “la selección natural no eliminará la ignorancia de las generaciones futuras.

Sobre la firma

Marta del Amo

Periodista tecnológica con base en ciencias. Coordinadora editorial de 'Retina'. Más de 12 años de experiencia en medios nacionales e internacionales como la edición en español de 'MIT Technology Review', 'Público', 'Muy Interesante' y 'El Español'.

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