Muchas, y muy diversas, son las polémicas que está levantando la paulatina intervención de la Inteligencia Artificial (IA) en todas las capas de la sociedad. Desde el horizonte de sustitución al capital humano, hasta las múltiples denuncias por derechos de propiedad intelectual, como la que interpuso a finales de 2023 el New York Times contra Open IA y Microsoft, la IA azuza emoción y sospecha por donde pasa. La confianza, la cultura corporativa, la seguridad y calidad del dato, la falta de talento o los claroscuros legislativos, son algunas de las taras a las que se enfrenta esta imparable herramienta.
No todo en la IA, sin embargo, anda embarcado en la nave de lo potencial, ni se deja arrastrar hacia el naufragio de la duda y la sensación de amenaza. Minsait (Indra), en su “Informe Ascendant Madurez Digital 2024“, se abre a este espectro crítico subyacente en los procesos de implementación de la IA en negocios, instituciones y medios de comunicación, pero no desecha el esperanzador cúmulo de ecosistemas en los que germina armoniosamente.
La gestión sanitaria y administrativa, la sostenibilidad medioambiental, la batalla contra la desinformación e incluso la planificación financiera de los ciudadanos, son áreas que se están sirviendo de las habilidades de la Inteligencia Artificial. Con el fin de aumentar la productividad delegando tareas farragosas, de abrir nuevas fórmulas de acercamiento a los problemas o, por supuesto, de brindar armas contra aquellos que ya usan la IA con fines malintencionados, la Inteligencia Artificial se evidencia única. Como bien apuntaron los distintos casos de uso, presentados por Minsait durante un evento en la jornada del 25 de abril, con motivo del lanzamiento del “Informe Ascendant Madurez Digital 2024”, las organizaciones se están dando cuenta de la innovación tan rentable, práctica y ecléctica que puede llegar de mano de la IA.
CENTRALIZACIÓN Y CURACIÓN DEL DATO CLÍNICO MEDIANTE IA EN LA GESTIÓN SANITARIA
¿Qué duda cabe que una de las preocupaciones insobornables a todo ciudadano recae, antes o después, en el ámbito sanitario? El Sistema Nacional de Salud es uno de los pilares del Estado de Bienestar del que tanto nos enorgullecemos los españoles, y merece ser tratado, ya no con el mayor de los respetos, sino con la más grande de las ambiciones. Y la IA, precisamente, puede ejercer de trampolín hacia un contexto en el que la atención médica sea mucho más rápida, segura y capaz de brindar el mejor cuidado posible.
Durante el evento de Minsait, el secretario autonómico de Planificación, Información y Transformación Digital, de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Bernardo Valdivieso, conversó con el Director Global de Sanidad en Indra, Antonio Martos, en lo que fue una esperanzadora charla sobre la eficacia de la IA en el sector sanitario. Centrados en la importancia del dato, en especial en lo que tiene que ver con su accesibilidad y seguridad, ambos expertos coincidieron en los buenos resultados a los que una IA generativa puede dar lugar en cuanto a la asistencia primaria, permitiendo una atención lo más reactiva posible, de lo cual se dirime una bajada de la presión sobre el sistema, ya de por sí en ciernes de sobrecarga.
En cuanto a futuros proyectos, Valdivieso confesó estar invirtiendo grandes esfuerzos en poner en marcha un programa de “enfermeras IA”, que den pie a resolver demandas básicas, descomprimiendo la desbordante presión que se vive en los centros sanitarios. Una solución, como poco ilusionante, de cara a un país que ya lidera el top ten europeo en esperanza de vida, con una demografía en constante envejecimiento, y las responsabilidades médicas que emanan de ello.
MEJORA DE LA RELACIÓN ENTRE EL CIUDADANO Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA GRACIAS A LA IA
Una de las críticas que más recibe la administración pública es su laberíntica y pesada burocracia. Resuenan, habituales e iracundos, entre la ciudadanía los comentarios sobre la pesadez de las gestiones en cuanto a tiempo y desorientación. Sin embargo, las administraciones públicas son, precisamente, organizaciones muy permeables a las tecnologías disruptivas. Así lo aclaró el Jefe de Servicio de Relación Digital con la Ciudadanía en la Agencia de Andalucía, Javier García de Bringas, cuando afirmó que la IA tradicional ya está en uso en varias administraciones, y que existe una clara apuesta por implantar una IA generativa que facilite, todavía más, el procesamiento de demandas.
Los asistentes conversacionales son, actualmente, uno de los horizontes en vías de lograr una interacción orgánica con el ciudadano, logrando la mayor agilización posible en la resolución de las demandas más comunes. Igualmente, tanto el desarrollo de asistentes competentes con IA, como de programas de gestión, podrán reducir la carga laboral de los trabajadores, pudiendo así centrarse en los retos de mayor valor.
OPTIMIZACIÓN DEL DATO, LA IA EN LA PLANIFICACIÓN FINANCIERA
España arrastra una desconcertante falta de responsabilidad en lo que respecta a la planificación financiera, si lo comparamos con países vecinos de Europa. Las razones de esta asignatura pendiente pueden recaer en determinados acervos culturales o idiosincrasias socioeconómicas. Sea como fuere, la IA salta al terreno de juego como una apuesta resolutiva, adaptable y muy accesible, de cara a aumentar el interés de los ciudadanos en su organización financiera.
El Director Global de Cuentas en Microsoft, Antonio Hernández, y el Director Global de Innovación y Estrategia en Servicios Financieros de Minsait, Álvaro de Salas, comentaron a lo largo de su intervención en el evento de la consultora TIC, los enormes beneficios de la IA de cara a la planificación del ahorro y los planes de jubilación de las personas. El objetivo último es que, a través de un lenguaje natural, el sistema pueda dar respuesta a grandes retos con los que el usuario -no sólo el especializado, también el ajeno a los pormenores de la planificación financiera-, se sienta cómodo a la hora de dejarse aconsejar y de revelar sus datos bancarios.
La aplicación de la IA en este terreno servirá para facilitar el trabajo de los asesores financieros, quienes podrán ensanchar su contribución en apartados de mayor calado e importancia. Al igual que, desde un punto de vista de lo micro a lo macroeconómico, la comprensión activa de las inversiones y la planificación económica en los individuos gracias a este sistema, entendido como un “copiloto” de cuentas, permitiría evitar debacles globales como la crisis sufrida en 2008, en gran parte desencadenada a causa de un analfabetismo financiero acuciante.
EL USO DE LA IA EN LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
La sostenibilidad es, huelga decir, el concepto fetiche de casi todas las empresas tecnológicas en la actualidad. Conscientes de la, quizás, imparable degradación del planeta, grandes organizaciones se vuelcan activamente desde hace años en promover un futuro verde, con la esperanza de reducir la contaminación y el deterioro de la Tierra.
Las empresas energéticas, tal vez empujadas por un cierto sentido de la responsabilidad en lo que se refiere al daño ambiental, han sido pioneras en poner en marcha programas que desarrollen proyectos de toda clase para combatir los efectos del cambio climático. El Director de Generación y Renovables en Minsait, Carlos Vivas, el Director Global de Energía en Minsait, Juan Pérez de Cossio y el ambientólogo y ornitólogo, José María de la Peña, expusieron durante el evento del 25 de abril uno de los grandes problemas que enfrenta la energía eólica en cuanto a su impacto en la biodiversidad; el daño a la fauna ornitológica.
Según datos aportados por José María de la Peña, las líneas eléctricas y las aspas de los aerogeneradores afectan, especialmente, a especies protegidas y migratorias (lo que convierte la coyuntura en un problema de envergadura internacional). Con una media de 64 aves muertas por generador, los parques eólicos son inmensos cementerios de especies claves para la biosfera. Esto supone, además de una drama natural, un impedimento en el eficaz desarrollo de la energía eólica -como sabemos, muy rentable en España-, ya que esta violación del espacio aéreo de las especies protegidas impone sanciones e impide que muchos proyectos salgan adelante.
Pero, de nuevo, la IA aterriza presentando una solución. Como explicaron los expertos antes citados, los parques eólicos españoles están implementando un sistema que integra 3 tipos de tecnología: radar, videovigilancia e IA. Aunando estas tres herramientas, los parques eólicos son capaces de monitorizar los movimientos de las aves, así como su naturaleza, previendo si existe un riesgo de colisión con las aspas activas de los aerogeneradores, hasta a 4 kilómetros de distancia. De esa forma, si el programa avecina que existe una amenaza de choque, los aerogeneradores paran su movimiento con la suficiente antelación como para permitir el tránsito de las aves, antes de reiniciar su labor.
UNA REVOLUCIÓN EN MARCHA CON MUCHOS FRENTES ABIERTOS
Aunque aquí hayamos citado 4, los casos de uso en los que la IA ha sido protagonista de mejoras exponenciales se cuentan por muchos más. Otro de los ejemplos llamativos es el desarrollo de un programa de detección de audios falsificados a través de Inteligencia Artificial, llamado Verificaudio, que presentó durante el evento de Minsait la Responsable de Proyectos de Voz en Prisa Media, Olalla Novoa. Un proyecto que demuestra cómo los usos espurios y malintencionados de la IA han de enfrentarse, para lograr combatirlos eficazmente, con la propia IA.
Metadatar recursos, facilitar la accesibilidad o la eficacia operativa, entrenar grandes modelos de lenguaje, blindar la ciberseguridad, programas de planificación de negocio… la Inteligencia Artificial es el compañero de viaje que todas las organizaciones van a verse, ya no tentadas, sino obligadas, de llevar consigo. En un escenario tan hiperactivo como el actual, la IA es la única herramienta que, con el paso del tiempo -cada vez menos- va a ser capaz de permitir a empresas e instituciones no ir a rebufo de las actualizaciones de sus sectores. Su implementación dependerá de la concienciación y la culturización de los directivos, que han de empezar a mirar con confianza a la Inteligencia Artificial. No como una competidora, sino como una facilitadora de tareas, en aras de una mejora de las condiciones de vida de sus trabajadores, así como de una expansión de los límites a los que sus organizaciones son capaces de llegar.