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El pez grande ya no se come al pequeño: la IA democratiza las herramientas de marketing

La inteligencia artificial es capaz de construir sorprendentes narrativas que ayuden a las empresas a atraer nuevas audiencias y fidelizarlas. Pero también es una revolución hecha para convertir el marketing en un canal de venta en sí mismo. Pequeñas empresas pueden aspirar, gracias a ella, a competir con una inversión menor. Y grandes empresas a abrirse a mercados internacionales con bajo riesgo.

El pez grande se come al pequeño. Este antiguo proverbio flamenco del siglo XVI, pone de manifiesto la filosofía que ha marcado el progreso de la civilización en su vertiente más cruel. Sin embargo, el ser humano ha logrado superar este darwinismo social. A través de luchas por los derechos civiles y avances en empatía e igualdad, los grandes han encontrado dificultades para imponerse sobre los pequeños. En el ámbito empresarial, para las pequeñas marcas siempre ha sido un desafío la falta de recursos para lanzar campañas de éxito que les ayuden a crecer. Afortunadamente, este hándicap está cambiando, mejorando su proyección, sin que eso reste valor a las grandes empresas.

La inteligencia artificial (IA) llega como una bisagra maestra. Para las compañías con menos recursos, homologa sus capacidades con las de las grandes. Y, para estas últimas, les permite avanzar con un costo de riesgo reducido. Esto constituye un claro win-win. Tanto los pequeños, como los grandes, encuentran nuevas oportunidades de evolución.

La clave del éxito empresarial radica en el marketing y la calidad del producto. Las empresas deben dirigir sus campañas adecuadamente, lo que históricamente ha favorecido a las que pueden absorber el coste de los errores. La IA ofrece un nuevo enfoque en la comunicación y atracción comercial, dando lugar al incremento de las potencialidades de las compañías, sin importar su tamaño.

IGUALANDO EL TERRENO DE JUEGO GRACIAS A LA IA

Según el Estudio de Inversión Publicitaria en Medios Digitales 2024, realizado por IAB Spain y PwC: la inversión en publicidad digital ha crecido el último año hasta alcanzar los 3.157 millones de euros, un 13,6% más que en 2023. No obstante, aunque el entorno online ofrece increíbles oportunidades, no todas las fórmulas son eficaces. Las empresas con menos recursos enfrentan desafíos significativos en esta área, como la adaptación a la multitud de canales y formatos o la producción acelerada de contenido para estar al día de las tendencias. Aquí es donde las herramientas de IA de Google se convierten en la clave para el éxito. 

LAS GRANDES EMPRESAS TAMBIÉN NADAN MÁS RÁPIDO CON LA IA

Aunque el beneficio más claro en términos de inversión es para las empresas más pequeñas, las grandes también se benefician de las campañas de rendimiento de Google, que les permiten avanzar con un menor riesgo. Un ejemplo claro es Allianz, una de las aseguradoras líderes a nivel mundial.

Mayte Ballestar enfatiza que: “la IA es una herramienta de colaboración. Potencia las capacidades”. Allianz experimentó un crecimiento considerable en la atracción de personas interesadas, logrando un aumento del 15% en su audiencia potencial, al mismo costo que una búsqueda general en Google, pero con resultados mucho más eficientes.

Inmaculada Lestayo Campos, Digital Marketing Manager de Allianz, confirma la mejora: “Performance Max nos ha ayudado a activar una estrategia complementaria de funnel completo gracias a las capacidades de aprendizaje automático más avanzadas que nos permitió ganar alcance incremental y conversiones muy eficientemente”.

Pongamos, en resumen, que hablamos del gran pastel de la publicidad. En la era analógica, todas las compañías querían hacerse con el mayor trozo posible. Hoy, gracias a la digitalización, toda compañía puede hacerse con su propia tarta, dejando de lado la competencia hostil. Cada persona es un mundo de necesidades al que una empresa puede llegar en el momento oportuno de su demanda usando la inteligencia artificial.

A este respecto, Ballestar asegura: “El entorno de las pymes es un ambiente de gran competitividad en el rango de cada empresa. Obviamente, la IA de Google no va a permitir a una empresa de tres personas competir contra una multinacional, pero sí puede ayudarla a evolucionar dentro de su categoría, incrementando su fuerza de competitividad”.

En definitiva, la IA de Google actúa como un catalizador. Esta herramienta permite que el tamaño de la empresa no determine su éxito. Lo que importa es el talento y la voluntad, y no solo los recursos. Pues la IA ofrece la posibilidad de que cualquier empresa, sin importar su tamaño, pueda aspirar a un futuro más equitativo y exitoso.

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