Cae la tarde sobre KobetaMendi. Mulatu Astatke, el patriarca del ethio-jazz, despliega su mágica fusión en el escenario Txiki del BBK Live. Los últimos rayos del sol recrean un marco brillante que encuadra al etíope y su banda con el majestuoso fondo de la montaña vizcaína. El marco está formado por placas solares portátiles que se extienden también en el lateral del escenario en el que también hay 2 pequeños aerogeneradores. Es un piloto de lo que podría ser el futuro del suministro energético en este tipo de eventos. La energía generada a duras penas alcanzará el 15% de las necesidades de este pequeño escenario, pero como explica Paloma Orte, directora de sostenibilidad de Last Tour, empresa organizadora del festival, lo importante es probar la capacidad de generación e integración de distintas fuentes renovables. “Tendremos datos y sabremos si el modelo funciona, eso permitirá planificar la evolución futura”. Este piloto de generación es parte de una transformación mucho más amplia que quiere reducir drásticamente las emisiones del festival, por primera vez, toda la energía que mueve el BBK Live es renovable. Desde la electricidad que consumen escenarios y barras hasta los autobuses que llevan a los asistentes o las furgonetas que traen a los artistas.
En anteriores ediciones del BBK Live, el suministro de electricidad para escenarios y consumos auxiliares (barras, baños, zonas chill out) se realizaba con grupos electrógenos que consumían gasóleo convencional, el mismo que consumían los autobuses que transportaban a los asistentes al recinto. La suma de ambos consumos ascendía a más de 50.000 litros de gasóleo, que representaban una huella de carbono de más de 150 toneladas de CO2. El acuerdo de Last Tour con Repsol para sustituir este gasóleo por los nos exentos de polémica combustibles renovables producidos a partir de residuos orgánicos permitirá según la organización disminuir las emisiones en un 90%.
Javier Aríztegui, director de Diseño de Productos, Sistemas Energéticos y Deep Tech de Repsol, explica el proyecto realizado en BBK Live: “Por un lado, se ha suministrado gasóleo 100% renovable a los autobuses que transportan a los asistentes al festival. Por otro, los generadores eléctricos repartidos por todo el recinto se han alimentado también con gasóleo 100% renovable. Y, finalmente, en el escenario Txiki se ha puesto en marcha una instalación piloto que ha permitido desarrollar y probar una nueva forma de alimentar eléctricamente este escenario con un conjunto de tecnologías, todas ellas renovables. En concreto, el escenario Txiki y su zona auxiliar se han alimentado de electricidad generada por un conjunto de 132 paneles fotovoltaicos, 2 aerogeneradores y 2 grupos electrógenos alimentados con combustible renovable, a los que se han sumado 2 baterías que permiten almacenar la electricidad excedente durante las horas de sol para usarla en las horas nocturnas. Todo este sistema se ha diseñado para que pueda ser montado y desmontado fácilmente en un plazo de 2 o 3 días de manera que responda a las necesidades de un festival de música. “ El objetivo del piloto es demostrar que estas tecnologías pueden ser desplegadas en condiciones reales, pueden funcionar de manera conjunta, garantizando la alimentación eléctrica ininterrumpida del escenario, y pueden disminuir drásticamente la huella de carbono del escenario. El resultado exitoso del piloto permitirá que la solución se pueda escalar al conjunto del festival en futuras ediciones y también sirva de base para otro tipo eventos. “La forma habitual de alimentar electricidad a los festivales de música es mediante grupos electrógenos porque, al ser instalaciones que permanecen un tiempo reducido, no se suelen conectar a la red eléctrica. En general, estos grupos electrógenos consumen gasóleo convencional. En los festivales con los que colaboramos, nuestra estimación es que se consumen del orden de 300.000 litros de gasóleo, que ahora ha pasado a ser gasóleo 100% renovable. Con ello, estimamos que se reducirá la huella de carbono en unas 850 toneladas de CO2” afirma Aríztegui..
A la luz de los datos obtenidos en esta edición, se podrá optimizar el mix de tecnologías de generación de electricidad renovable, dando el peso adecuado a cada una en función de su capacidad de generación en el emplazamiento concreto. Asimismo, el almacenamiento de electricidad excedentaria se podrá ajustar a las necesidades específicas de cada escenario. Por último, se pueden incorporar nuevas tecnologías tanto en la generación de energía, como en el almacenamiento. “El hidrógeno es una tecnología que desde luego podría complementar el mix energético” afirma Aríztegui, “Podemos producir hidrógeno renovable que luego sirve para generar electricidad en el lugar en que se requiera. Actualmente la producción de hidrógeno renovable está en un estado incipiente, pero en los próximos años esta situación cambiará y podremos disponer del producto en mayores cantidades. Asimismo, las tecnologías de utilización de ese hidrógeno para producir electricidad mediante pilas de combustible han alcanzado un grado de madurez que las hacen atractivas. Por último, cabe señalar que habrá que resolver cómo llevar el hidrógeno hasta el lugar de consumo, previsiblemente en depósitos con hidrógeno a presión”. Mientas que el hidrógeno llega a Kobetamendi, seguro que las Lamiak y demás habitantes del basoa aplauden la apuesta por un modelo de festival más sostenible.