Conversación pública y el futuro de Internet

Javier Pagán, máximo directivo de Twitter en España, plantea la necesidad una conversación pública digital sana, abierta y accesible para definir hoja de ruta de nuestro futuro común.

Cuando hablamos del futuro de Internet, ¿a qué nos estamos refiriendo? Lejos de escenarios propios descritos por la pluma de Isaac Asimov, en los que la robótica definía las relaciones interpersonales, ya son muchas las voces que hablan de un futuro marcado por la integración, la realidad virtual y ampliada y, por supuesto, la inteligencia artificial. Términos que hoy en día no nos resultan ajenos ni mucho menos. Sin embargo, en el imaginario colectivo todavía se relacionan determinadas tecnologías y su aplicación con la narrativa propia de la ciencia ficción.

Precisamente, Asimov definía la ciencia ficción como “la rama de la literatura que trata sobre las respuestas que dan los humanos a los cambios a través de la ciencia y la tecnología”. Un género que, gracias a la reflexión sobre las necesidades sociales y las respuestas humanas que se dan a esas necesidades a través del avance tecnológico, ha permitido elevar a muchos de sus autores a la categoría de visionarios. El propio Asimov, HG Wells, Julio Verne o, incluso, novelistas y ensayistas como George Orwell o Aldous Huxley.

Ahora bien, más allá de escenarios ficticios y más de 30 años después del nacimiento de la World Wide Web, que sin duda revolucionó la forma en la que nos comunicamos, si pensamos en el futuro de Internet ya no podemos hacerlo en términos de ciencia ficción. La evolución de la tecnología y la implementación de la innovación de manera transversal en procesos, desarrollos y políticas han permitido conectar a las personas, redefinir las relaciones sociales e impulsar la conversación pública; marcando así el camino de la web.

Hoy en día, los avances tecnológicos están impulsando esa tendencia hacia una sociedad más digitalizada y conectada, lo que promueve una transformación acelerada de la Internet y, a su vez, una progresiva aceleración de la innovación y el desarrollo de aplicaciones, servicios y plataformas. Porque hoy no podemos hablar de innovación y tecnología sin tener en cuenta a las personas, ya que la conformación de las sociedades actuales no se entiende sin las dinámicas conversacionales que tienen lugar no sólo en el mundo físico, sino también en el digital.

Somos seres sociales por naturaleza, lo somos en todos los entornos y lo seguiremos siendo en el futuro. Por ello, para hablar del Internet del futuro es necesario redefinir y reimaginar las conversaciones del mañana. Y es que solo a través de la conversación pública vamos a ser capaces de seguir conectando a las personas, de acercarles la información veraz, de escuchar lo que le importa a la gente y de despertar la creatividad de aquellos creadores o negocios que buscan conectar con los usuarios.

En este punto, no me cabe duda de que la conversación pública beneficia a la sociedad al resolver problemas comunes y crear oportunidades para las personas y para las compañías. Por ello, es necesario apostar por modelos que favorezcan la competencia y la innovación, impulsando a la vez la conversación pública en plataformas que empoderen a sus usuarios y les ayuden a construir y definir su propia experiencia.

Pero ¿cómo lo podemos lograr? Acelerando la innovación con el objetivo de dar respuesta a las demandas y necesidades tanto de los usuarios como de las marcas y entendiéndola como un elemento transversal.

Aquellos actores, tanto del sector privado como público, que formamos parte del ecosistema social y relacional, y que, además, ponemos a disposición de las personas herramientas y plataformas de comunicación, debemos centrar nuestros esfuerzos no sólo en el desarrollo de producto, sino en cuidar de esas mismas personas y su conversación, tanto presente como futura.

Sin duda, la hoja de ruta para llegar al Internet del futuro pasa por impulsar la conversación pública digital, haciéndola cada vez más valiosa, sana, abierta y accesible. El Internet del futuro debe ser abierto, convirtiéndose así en el marco para que la tecnología y la sociedad puedan coexistir de forma democrática y participativa; alejándonos de este modo de escenarios propios de la literatura de ciencia ficción y convirtiendo el futuro en realidad.

*Javier Pagán es ‘Country Manager’ de Twitter España.