En 2001, el escritor y poeta Roger Wolfe, tituló una recopilación de entradas en su diario: ¡Que te follen, Nostradamus! (DVD Ediciones). Según relata el autor en el libro, una zutana casi anónima, pareja de una conocido suyo -si no me equivoco- validaba y coronaba las adivinaciones del astrólogo Michel Nostradamus. Entre ellas, la del apocalipsis mundial con el cambio de milenio. Tanta fue la insistencia de la susodicha, que Wolfe se prometió a sí mismo que de sobrevivír (él y la raza) al pavoroso Efecto 2000, titularía su siguiente obra: ¡Que te follen, Nostradamus!. La publicación de la obra y que ustedes, ahora mismo, lean esto, es prueba suficiente de que Nostradamus, si bien tuvo puntería en algunas de sus especulaciones, no acertó en el terreno de lo globalmente catastrófico. El futuro, cuando se lo adivina, parece que: o será descoyuntado, o no será. Sin embargo, a las pruebas de nuestra respiración habrá que remitirse.
El Observatorio Retina ha sido, desde hace años, el punto de encuentro anual privilegiado de expertos tecnológicos españoles, y uno de los termómetros a tener en cuenta de cara a aventajar los sucesos venideros para el año próximo. Por norma, y como afirmó el director de Retina, Jaime García Cantero, los participantes del observatorio suelen coincidir en previsiones «moderadamente pesimistas». Una apuesta que de cara a lo que nos iba a acontecer en 2024 no quedó alterado. No obstante, a año pasado, podemos decir que la realidad ha superado a la ficción en positivo.
De hecho, el privilegiado espacio del Ateneo de Madrid, donde se produjo un encuentro del Observatorio el día 12 de diciembre, ponía, por su mera existencia, en cuestión cualquier atisbo de derrotismo. Datado de finales del siglo XIX, el edificio modernista diseñado por Enrique Fort y Luis Landecho, ha sido el núcleo de debates, arbitrajes intelectuales y núcleo de la cultura patria más allá de hitos bélicos de todo color y pelaje. La sociedad privada ha sobrevivido a guerras mundiales, colonas y a dictaduras o escarnios bestiales al pensamiento libre durante décadas. Toda una declaración de valor hacia ese horizonte al que aspiran sus miembros, que es: “traer la luz”.
El director de Retina quiso con un descargado halago al lugar de acogida del Observatorio, recordar a los directivos y expertos de grandes tecnológicas, y empresas punteras del sector, que a pesar de la incertidumbre que se respira en un contexto geopolítico caldeado, el 2025 se revela como un horizonte deseable en economía general, en los beneficios que aportará la Inteligencia Artificial (salud, energía, etc.) y en el significativo avance que se vivirá en la democratización de agentes tecnológicos varios que intervendrán en la vida cotidiana de las personas.
Aunque no podemos olvidar los efectos nocivos de las fake news, el impacto cognitivo de las redes sociales y un diagnóstico preocupante en la salud política internacional frente al auge de extremismos varios, el año próximo se encara con una firmeza muy alejada del castañeteo de dientes de escenas anteriores, en especial las de la pandemia.
Así, si en ediciones anteriores desde Retina se organizaron puntos de encuentro entre las tendencias previstas para el año venidero, y el cine, en esta ocasión los libros fueron los protagonistas. Más concretamente, obras sobre lo que García Cantero tildó como “futuros posibles”, brindando desde la ciencia ficción, o desde un realismo preventivo, una visión adivinatoria de lo que nos espera. Y es que en esto de la futurología, no todo va a ser Nosferatu. De esa forma, las obras literarias escogidas conforman un puente con el que trabajar las tendencias que sobrevendrán en el año próximo.
TENDENCIAS DE RETINA PARA EL AÑO 2025
1. El ciclo de la IA: Ted Chiang, The Lifecycle of Software Objects (2010)
Este libro de Ted Chiang examina el ciclo de la vida de los objetos de software, abordando el progreso y los límites de la inteligencia artificial. Aunque la IA ha estado con nosotros más de 50 años, muchos se preguntan si realmente hemos alcanzado un punto de saturación en algunas tecnologías relacionadas. No son pocas las empresas, de hecho, que se están dando de baja en sus inversiones en esta herramienta debido a la baja conversión de las inversiones ya realizadas. Como dijo Jaime García Cantero, en referencia a los interrogantes que los expertos de Goldman Sachs lanzaron el verano pasado: «1 billón de dólares para hacer dibujos bonitos, es algo que revisar».
En este contexto, Juan Pedro Moreno, presidente de WPP, comentó: «La pandemia ya no es excusa para justificar la falta de productividad. Más aún en lo que al impacto de la IA se refiere, la cual pondrá, sin duda, en riesgo puestos de trabajo. Y más nos vale prevenirnos». Además, señaló que «la digitalización no ha democratizado la riqueza», un recordatorio de que, a pesar de los avances, los beneficios de la tecnología no siempre se distribuyen de manera equitativa. La obra de Chiang sirve de puente para reflexionar sobre las limitaciones de esta prometedora tecnología a la que tanto protagonismo estamos dando.
2. El nuevo orden: Octavia E. Butler, La parábola del sembrador (1993)
El libro de Butler propone un futuro distópico en el que la tecnología avanza de manera descontrolada mientras la política y la sociedad luchan por mantenerse al día. Este escenario apocalíptico, donde las religiones y los partidos son los protagonistas, es idóneo para hablar de las expectativas que existen sobre otros sistemas políticos a la vista en Occidente. Por un lado, marcado por una falta de regulación tecnológica, este futuro puede verse desde un prisma horrorizado, con auges terraplanistas y pensamientos mágicos intoxicando los discursos de la razón. Y, por otro, como una revisión positiva del lugar de los humanos en el planeta, no como trabajadores, sino como seres de curiosidad, a pesar de la puesta en cuestión del modelo democrático.
Borja Cabezón, de Enisa, quiso hacer hincapié en la inquietud primaria, y reflexionó sobre cómo «la nueva tecnología está degradando la convivencia«, tomando como referencia la “deformación grotesca de la realidad” de Valle-Inclán, un concepto que explica cómo la distorsión de la realidad se ha intensificado con la digitalización.
3. Europa: Michel Houellebecq, Sumisión (2015)
Esta magnífica obra de Houellebecq plantea un escenario de transición cultural donde un Occidente tradicionalmente judeocristiano debe transitar a un modelo islámico. Como si el monólogo de la película de Lars von Trier: Europa (1991) resonara, el conjunto de expertos del Observatorio coincidió en una recomendación abierta a los poderes europeos a fortalecerse ante la ya iniciada batalla tecnológica que enfrenta a China y Estados Unidos. Una soberanía industrial y digital, con la que protegernos de la hostil intemperie venidera, sino presente.
La pregunta sobre qué quiere ser Europa en un entorno de crisis política y económica fue abordada por varios expertos. Enrique Arribas, de la RAE, destacó que «Europa tiene un reto significativo con la regulación tecnológica«, señalando, por ejemplo, que la cuántica debería recibir más atención, aunque aún está en una fase temprana. Además, Xavier Ferràs, Profesor de Dirección de Operaciones, Innovación y Data Sciences de ESADE, preguntó: “¿A qué nuevo orden mundial, y Europeo debemos aspirar? ¿Por qué no estamos hablando de nuevos Google, Facebook o Elon Musk en Europa? Debemos invertir en generar riqueza, para luego poder repartirla. En eso, la educación es imprescindible”, destacando la importancia de invertir en innovación y educación para garantizar un futuro próspero en Europa.
Por su parte, Susana Voces, de Adigital, subrayó el reto de Europa respecto a las pequeñas y medianas empresas, afirmando que «el reto de Europa es cómo la pequeña y mediana empresa puede lograr un concepto de economía abierta. No quedando todo reducido sólo a las big tech«, recordando que el ecosistema de innovación debe ser inclusivo y dar espacio a las empresas más pequeñas para competir en un mundo digital dominado por las grandes tecnológicas.
4. Agentes, entes y otras gentes: Olga Ravn, Los empleados (2018)
En Los empleados, Olga Ravn explora cómo la IA podría optimizar la cotidianidad humana. Una reflexión que Jaime García Cantero quiso liar a quienes están orquestando ese futuro en Sillicon Valley, para los que la referencia primigenia es J.A.R.V.I.S, de Iron Man. «Parece algo preocupante que le única referencia cultural de quienes organizan la tecnología del mañana sean las películas de Marvel».
Esta visión futurista abrió el debate sobre cómo será el espacio de trabajo en el futuro, con un énfasis en cómo la tecnología podría transformar las relaciones laborales. Miguel Escassi, director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales en Google España y Portugal, destacó que «hay que pasar del enfoque de riesgos a pensar en oportunidad«, resaltando cómo la IA puede contribuir a resolver grandes desafíos globales como el cambio climático o enfermedades, hasta ahora, incurables.
5. Desenredar las redes: Delphine de Vigan, Les enfants sont rois (2021)
Delphine de Vigan plantea en esta obra una crítica a la explotación consumista a la que se somete a los niños en la sociedad actual. Una excusa literaria idónea para abordar la influencia destructiva de las redes sociales y los algoritmos, especialmente en menores, poniendo en evidencia la falta de regulación y la creciente preocupación por los efectos negativos del contenido digital. En este contexto, Pepita Marín, fundadora de WeAreKnitters, expresó la necesidad de un cambio cultural: «Necesitamos generaciones jóvenes que debatan sosegadamente sobre los nuevos elementos que surgen. Una reivindicación del diálogo contra la polarización», destacando la importancia de fomentar un debate más saludable y menos polarizado en la era digital.
6. ¿Y ahora el hardware?: Ian McEwan, Máquinas como yo (2019)
Máquinas como yo es un libro donde se aborda la robotización del planeta, y sus consecuencia. Para el Observatorio, esta obra representa la mejor justificación de cara a hablar de los inminentes vehículos autónomos, y demás agentes físicos que prometen una automatización de tareas a los ciudadanos. En este contexto, se discutió la creciente presencia de robots y la proyección de que para 2045 haya «10 mil millones de robots» en el mundo, como aseguró Elon Musk.
Fernando Suárez, presidente del Colegio de Ingenieros Informáticos, subrayó la importancia de “buscar tendencias a largo plazo” y resaltó que, para aprovechar todo el potencial de la tecnología, es fundamental una educación adecuada y una estrategia de inversión en innovación. El objetivo es no ver este auge del hardware como una distopía, sino como un escenario de beneficio humano sin parangón.
7. La edad de oro de la ciencia: BenjaminLabatut, Maniac (2024)
Si bien la obra de Labatut se adentra en el escabroso mundo de la locura ligada a la genialidad, la novela es perfecta para abordar el sorprendente desarrollo de la ciencia que estamos viviendo. La IA, sin ir más lejos, está contribuyendo a avances como diagnósticos precoces de cáncer o el desarrollo de nuevos antibióticos. Y esto es sólo la punta del iceberg.
David Villaseca, de Moeve, destacó que: “las empresas deben ser proactivas, sí. Pero lo importante es que la IA sirva para resolver problemas de las personas«. Agregando que la IA tiene un papel fundamental, sin ir más lejos, en la descarbonización de la economía, no sólo en el beneficio desorbitado de grandes tecnológicas.
REFLEXIONES FINALES PARA FUTUROS MEJORES
A pesar de las prometedoras premisas que se nos plantean de cara al próximo Observatorio Retina 2026, no podemos dejar de atender a ciertas preocupaciones concretas. Y no hablamos de especulaciones fatalistas, sino de demandas claras, por ejemplo, en lo que respecta al futuro del emprendimiento y las startups. Luis Martín, socio de Cabiedes & Partners, lanzó una crítica directa al modelo de innovación actual, afirmando que «no sé si va a ser posible que surjan empresas como Meta/Google o Microsoft, dado que las startups tienen la batalla perdida a causa de las necesidades de datos e inversión necesarias. No hay manera de alimentar la innovación a base de dinero». Con esta aportación, Martín apuntó la dificultad de las nuevas empresas para competir con los gigantes tecnológicas que dominan el mercado, subrayando la necesidad de repensar el ecosistema de innovación.
En un orden de mayor importancia, en cuanto a sus efectos globales, Beatriz Jacoste, directora general de KM0, puso el aceto sobre la sostenibilidad, con el que destacó la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo y priorizar la alimentación en la lucha contra el cambio climático. “La alimentación debe observarse debido a su gran carga de contaminación. Pero no sólo eso, aunque la degradación del suelo implica una inversión mil millonaria, hay un retorno de 8 veces la inversión”, concluyó, resaltando cómo la tecnología debe ayudar a resolver los grandes problemas internacionales, sin que eso implique grandes pérdidas. Una conclusión a la que, desde el observatorio en su conjunto, se llegó con un tono conciliador entre el desarrollo tecnológico y el bienestar humano. ¿Será el 2025 un año tan positivo como prevén los expertos del Observatorio o, por el contrario, inesperados apocalipsis esperan a la vuelta de la esquina? Confiemos en que Nostradamus, una vez más, se equivocase.
*Listado de observadores:
· María González Veracruz
Secretaria de Estado de Digitalización en Inteligencia Artificial. Ministerio para la Tranformación Digital y de la Función Pública. Gobierno de España
· Teresa Riesgo
Secretaria General de Innovación. Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Gobierno de España
· Luis Abad
CEO de CapGemini
· Enrique Arribas
Secretario Técnico de la RAE y presidente de la Asociación Española de Marketing
· Andrea Barber
CEO y cofundadora de RatedPower
· Esther Borao
Directora general del Instituto Tecnológico de Aragón
· Borja Cabezón
Director general de ENISA
· Luis Cañón
Director de innovación y experiencia de cliente en AENA
· Irene Cano
CEO de Meta
· Anna Cejudo
CoCEO de Founderz
· Miguel Escassi
Director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales en Google España y Portugal
· Xavier Ferràs
Profesor de Dirección de Operaciones, Innovación y Data Sciences de ESADE
· Elena Herrero-Beaumont
Directora de Ethosfera y patrona de la Fundación Hermes
· Beatriz Jacoste
Directora General KM0
· Rebeca Marciel
Directora Transformación del Grupo Santander
· Pepita Marín
Fundadora y CEO de WeAreKnitters
· Luis Martín Cabiedes
Socio, Cabiedes & Partners
· Rebeca Minguela
Fundadora y CEO de Clarity
· Juan Pedro Moreno
Presidente de WPP
· David Oliva
Global VP T-systems
· Arsenio Otero
Global VP Sales Operations en Salesforce
· Elena Pisonero
Presidenta de Taldig/Relathia
· Teresa Riesgo
Secretaria General de Innovación, Ministerio de Ciencia e Innovación
· Rafael Sánchez Durán
Director General de ENDESA Andalucía y Extremadura
· Fernando Suárez
Presidente del Colegio de Ingenieros Informáticos
· David del Val
Director de Core Innovation y CEO de Telefónica I+D
· Miguel Vicente
Chairman de Antai Venture Builder
· David Villaseca
Moeve
· Susana Voces
Presidenta Adigital