¿Quién dijo burbuja? Mil y una aplicaciones de IA para empresas

A diferencia de otras burbujas tecnológicas recientes, como la del cripto y la del metaverso, la revolución de la inteligencia artificial es tan real que ya está haciendo que el mundo se tambalee. El terremoto se nota especialmente entre las empresas, gracias a su capacidad para automatizar todo tipo de procesos corporativos, como las licitaciones, la programación y los trámites administrativos, según nos contaron los expertos reunidos por ‘Retina’ en el encuentro IA en el centro del negocio.

Hay evidencias por todas partes, no como cuando las empresas se gastaron millones en terrenos virtuales en el metaverso sin tener ni idea de para servían o los jóvenes se lanzaron a invertir en criptomonedas con dramático resultado. No. La revolución de la inteligencia artificial (IA) es real y palpable, y tan profunda que, lo que quita el sueño a quien ya son conscientes de su potencial es el miedo de no estar adoptándola lo bastante deprisa.

Así se siente el CIO global de Amadeus, Santiago Franco. Aunque su compañía ya está exprimiéndole el jugo con, por ejemplo, un servicio de búsquedas de viaje que permite al usuario expresar sus necesidades en lenguaje natural sin tener que constreñirlas a los clásicos filtros de fecha, origen y destino, le preocupa “no ir lo suficientemente rápido a la hora de desplegarla y adoptarla”, reconoció en el encuentro IA en el centro del negocio: procesos empresariales inteligentes, organizado por Retina en colaboración con ServiceNow.

Franco es de esos que han visto, tocado y hasta olido las pruebas, y sabe cosas como que utilizar inteligencia artificial generativa en el trabajo puede mejorar la calidad de los resultados hasta un 40% y acelerarlos en más de un 25%, según un estudio liderado por la Escuela de Negocios de Harvard y con la participación de la Escuela de Gestión MIT Sloan y Boston Consulting Group. Unas cifras tan espectaculares podrían parecer magia, pero no, son la consecuencia una tecnología que no deja de dar señales de que ya está lista para transformar las compañías desde los cimientos hasta el tejado.

Tal potencial estriba en que “las empresas trabajan por procesos, los procesos son el motor de las compañías”, explicó el director de Soluciones de Consultoría de ServiceNow, David Sanz. De selección, administrativos, de redacción de documentos e informes, de elaboración de presupuestos y propuestas… el universo de los procesos corporativos es tan enorme como el propio universo de funciones de inteligencia artificial que están surgiendo para automatizarlos y acelerarlos.

De izquierda a derecha, el CIO global de Amadeus, Santiago Franco; el director de Soluciones de Consultoría de ServiceNow, David Sanz, y el CIO de Sacyr, Francisco Gonzalo, conversan con el director de ‘Retina’, Jaime García Cantero. Crédito: Pablo Monge.

En Sacyr, por ejemplo, su CIO, Francisco Gonzalo, explicó cómo la compañía está utilizando IA generativa de lenguaje para abordar las licitaciones públicas a las que se presentan en todo el mundo, con sus distintos idiomas, tecnicismos y requisitos y legales: “Hacer el proceso de licitaciones con IA es una maravilla. Te hace un resumen ejecutivo estupendo, le puedes preguntar cosas como qué ISO te piden y gestionar todo el conocimiento generado en licitaciones previas”.

MUCHO MÁS QUE CHATGPT

Y esto es solo en el caso del lenguaje, pero recuerda que la IA generativa también produce imágenes, videos e incluso código informático, como hace Copilot, que ya se ha convertido en una de las herramientas favoritas del ecosistema. “Los programadores la adoran, es bestial”, confirmó el científico jefe de BBVA, Jon Ander Beracoechea.  “Es increíble, dentro de tres años, que es mañana, va a permitir duplicar la cantidad de cambios que se puede hacer en el código”, añadió el experto en big data y asesor de consultoría de ServiceNow Enrique Fernández-Pampillón.

Gracias a este tipo de impulsos, Franco calcula que, este mismo año, las herramientas de IA que se están desplegando en su multinacional van a ahorrar a sus empleados cuatro horas de tareas repetitivas que podrán reinvertir en hacer mejor su trabajo. Es decir, que la tecnología les permitirá reaprovechar el 10% de su jornada laboral. Esta predicción va en línea con la del reciente estudio del laboratorio de ideas Autonomy, que estima que la IA generativa podrá asumir el 20% de las tareas de un tercio de la masa laboral de Estados Unidos y Reino Unido en 2033.

¿Ves como no es hype todo lo que reluce? “Hasta hace poco construir producto digital a partir del lenguaje era casi imposible. Ahora ese espacio se ha abierto y de repente vemos oportunidades creíbles y que funcionan”, detalló Beracoechea. Ahora bien, aunque la rama generativa haya sido la responsable del reciente bum de la IA, en realidad la tecnología tiene muchas más ramas, como las que detectan patrones y elaboran predicciones.

De izquierda a derecha, el científico jefe de BBVA, Jon Ander Beracoechea; el experto en ‘big data’ y asesor de consultoría de ServiceNow Enrique Fernández-Pampillón, y la directora de Inteligencia Artificial y Big Data en Telefónica Tech, Elena Gil Lizasoain, conversan con el director de ‘Retina’, Jaime García Cantero. Crédito: Pablo Monge.

Estas funciones podrían agruparse bajo el paraguas de la inteligencia artificial clásica, la cual lleva décadas avanzando y ofreciendo sus servicios las empresas que supieron ver sus beneficios desde el principio. De hecho, en los cinco años previos al nacimiento de ChatGPT, la adopción de funciones de IA en el mundo corporativo se duplicó, según un informe de McKinsey publicado a finales de 2022. La tendencia se nota incluso en nuestro país, como demuestra que, ese mismo año, el número de compañías españolas que empezó a usar herramientas de IA aumentó un 3,8% frente a 2021, de acuerdo con el estudio Uso de inteligencia artificial y big data en las empresas españolas, publicado por el ONTSI hace justo un año.

“La inteligencia artificial tradicional todavía tiene mucho potencial. En ciberseguridad hace mucho que aplica para detectar fallos e incidentes y actuar. En IoT se utiliza para tomar decisiones. Y en blockchain está permitiendo certificar modelos y procesos”, detalló la directora de Inteligencia Artificial y Big Data en Telefónica Tech, Elena Gil Lizasoain, quien considera que la innovación tecnológica está viviendo “un momento muy dulce, y con la IA, aún más”.

SOLO FALTA EL HUMANO AL MANDO

Sobran los motivos para convertir a la inteligencia artificial en la siguiente gran herramienta corporativa transversal, como en su día hicimos con el ordenador y el propio Internet. El problema es que, como todo en sus comienzos, el desconocimiento, el miedo y la desorganización están frenando su despliegue. Gil Lizasoain confirmó: “Muchas empresas se han visto sobrecogidas con la ola de la IA generativa y han tenido que parar para revisar sus bases de datos antes de seguir escalando. Lo difícil es encontrar el equilibrio entre ser ágil y hacerlo bien”.

La tecnología está ahí y funciona, así que quienes deben encontrar dicho equilibro, así como los casos de uso donde la tecnología realmente tiene sentido somos nosotros. Esta es la razón por la que Franco consideró que “el gran limitante a la hora de acelerar el despliegue y la adopción de la inteligencia artificial son las personas”. Por ejemplo, a nivel de infraestructura, Sanz lamenta que “el legacy y las inversiones previas no se hicieron de forma transversal holística sino en silos para resolver problemas puntuales, lo que complica mucho definir procesos transversales y modernizarlos”.

Este tipo de iniciativas, que deben estar lideradas por los responsables humanos, forman parte de lo que se conoce como gobernanza del dato, que básicamente se refiere a todo lo relacionado con la infraestructura, el almacenamiento, el acceso, la protección y el uso que se da a la información que atesora cada compañía, y que, al fin y al cabo, es el “combustible fundamental de todo lo que está pasando” con la inteligencia artificial, señaló Gil Lizasoain.

En su opinión, dado que “todo el poder de la tecnología proviene de que existen datos que se procesan de forma adecuada, el modelo de gobernanza se vuelve estratégico”. Lamentablemente, “se habla poco del gobierno del dato, es el gran olvidado, porque es menos sexy”, apuntó Beracoechea, quien considera que “el tiempo que se dedica a poner foco en la gobernanza nunca es tiempo desperdiciado”.

A pesar de ello, por muy bien diseñada que esté, los trabajadores siguen siendo los responsables últimos de aprovechar la tecnología al máximo. “Los más capaces de identificar los casos de uso más útiles son ellos”, confirma Gonzalo. Por eso, para abrir la mente de toda su plantilla y acercarla lo más posible a la inteligencia artificial, el responsable explica que Sacyr ha puesto en marcha “una estrategia de formación y concienciación para ayudar a sus trabajadores a entender la tecnología para identificar necesidades y los mejores casos de uso”.

Esa es la clave de la IA. Su potencial está ahí, pero sin expertos capaces de entender cómo aprovecharla, el dinero invertido en ella será tan inútil como el que se fue por el sumidero del metaverso. Eso sí, a diferencia de aquel gran bluf y del enorme estallido de la burbuja del cripto, la inteligencia artificial es tan poderosa que ya ni siquiera es “una ventaja competitiva, sino la mayor amenaza a la que se enfrentan las empresas que no sepan adoptarla”, concluyó Franco. Normal que la situación le quite el sueño…

Sobre la firma

Marta del Amo

Periodista tecnológica con base en ciencias. Coordinadora editorial de 'Retina'. Más de 12 años de experiencia en medios nacionales e internacionales como la edición en español de 'MIT Technology Review', 'Público', 'Muy Interesante' y 'El Español'.

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