“¿Tú has visto sus diseños?”, respondió con sorna el CEO de Tesla, Elon Musk, cuando una periodista de Bloomberg le preguntó en 2011 por la posibilidad de que la compañía china BYD pudiera llegar a hacerle sombra algún día en el mercado de los vehículos 100% eléctricos (VE). Como no podía ser de otra forma, el video ha sido ampliamente compartido desde que ese mismo hecho se confirmó hace unos días. Con 526.000 de unidades vendidas durante el cuarto trimestre de 2023, BYD arrebató el trono de líder a nivel global a la compañía de Musk por primera vez en sus 20 años de historia, cuyas ventas en ese mismo periodo se quedaron en 484.000 unidades.
Verá que la diferencia no es muy grande. De hecho, BYD ni siquiera le ha quitado el primer lugar del podio en cuanto a las ventas acumuladas a lo largo del año pasado. En todo 2023, la empresa de Silicon Valley batió su propio récord anual con la entrega de más de 1,8 millones de unidades, frente a las cerca de 1,5 millones de su rival asiática. Aunque la distancia entre ambas cifras tampoco es enorme, el éxito de BYD es noticia por varias razones.
La primera es que marca un cambio de ciclo oficial en la industria del vehículo eléctrico, en la que los principales beneficiados somos los consumidores. Gracias a una competencia cada vez mayor, los usuarios podemos acceder a más tipos de modelos distintos, cuyos precios están obligados a ajustarse al máximo para vencer a sus rivales directos. Y, aunque Musk acabe de perder esta batalla, él es el principal responsable de la guerra que ha convertido al coche eléctrico en un producto de consumo masivo.
Dos décadas después de que se convirtiera en el accionista mayoritario de Tesla, ya nadie duda de que fue su apuesta la que ha trastocado de arriba abajo las reglas del juego de la industria del automóvil, convirtiendo a los VE en una pieza clave del mercado. Así lo confirmaba el extenso perfil que la revista Time le dedicó cuando le nombró Persona del Año en 2021: “Gracias en gran parte a la iniciativa de Musk, las empresas automovilísticas, desde Volkswagen hasta Nissan, se apresuran a invertir miles de millones en vehículos eléctricos. Su cambio de rumbo obedece menos al altruismo que a la constatación de que Musk se está comiendo su almuerzo”.
Al igual que pasó con los viajes privados al espacio, el empresario supo identificar una oportunidad donde el resto del mundo solo veía riesgos y pocas posibilidades de éxito. Aunque ahora haya bajado al segundo lugar en la carrera que él mismo inauguró, lo importante es que ha creado un mercado real por el que merece la pena correr, gracias al cual los vehículos eléctricos cada vez representan una cuota mayor en las ventas a nivel mundial. En este contexto, el sorpasso de BYD básicamente corrobora que estos vehículos ya forman parte de las opciones favoritas entre los consumidores de automóviles, con la consecuente competencia entre empresas que supone, la cual, irremediablemente, se traduce en ventajas para los compradores.
TELSA ES AL COCHE LO QUE APPLE AL ORDENADOR
“La trayectoria de Tesla desafió a los escépticos, pero, con el aumento de la competencia, ¿podrá seguir dominando el mercado en los próximos años?”, se preguntaban ya en 2021 los profesores de la Escuela de Negocios de Harvard Eric Van den Steen y Ramon Casadesus-Masanell en su estudio Tesla Motors en 2021: La competencia se acelera. Consciente de la que la incipiente industria que él mismo estaba abriendo se masificaría y abarataría hasta crear un terreno fértil para los nuevos competidores, el año pasado la compañía de Musk empezó a reducir sus márgenes de beneficio con el objetivo de aumentar su cuota de ventas, principalmente en Europa y Asia. Sin embargo, esta estrategia no ha sido suficiente para compensar los menores precios de BYD.
Y es que el éxito inicial de Musk con los VE se debe, en parte, a que “se dio cuenta de que la madurez de los motores eléctricos y las baterías básicas daría impulso a su desarrollo de coches”, explicaba Van den Steen en 2016, cuando la compañía empezó a dejar claro que tenía razón en su apuesta. El problema es que Tesla no estaba inventando nada a nivel eléctrico (su sistema de conducción autónoma Autopilot queda fuera de esta ecuación), sino que su enfoque consistía en recombinar y pulir tecnologías ya existían para dar lugar a un nuevo producto. Y si ella podía hacerlo, cualquier otra con suficiente dinero y experiencia, también.
“Tesla sí amplió los límites, pero no por el uso de alguna tecnología revolucionaria. En ese sentido, se parece mucho a Apple: no es revolucionaria en términos de tecnología nueva sino muy cuidadosa y creativa a la hora de usarla”, añadía el profesor de Oxford hace ya casi una década. De hecho, lo que precisamente Musk criticaba de BYD hace más de 10 años era su diseño y su tecnología. Pero, si el mercado de los móviles y ordenadores tiene hueco tanto para los dispositivos más sofisticados que ofrece Apple, como para cualquier otra gama inferior, con actores que van desde Google y Samsung hasta los más recientes competidores chinos como Xiaomi, al sector del vehículo eléctrico le ha pasado exactamente lo mismo.
En la selección de Wired de los 18 mejores VE que llegarán en 2024 hay modelos de prácticamente todas las compañías más importantes y antiguas del sector, así como de nuevos competidores, incluido el propio Xiaomi. Y es que el hecho de que Tesla llegara primero con su elegante y relativamente caro Model S no significaba que, antes o después, los consumidores no empezaran a demandar opciones más pequeñas y económicas, que es justo lo que ofrece BYD, y representa la segunda razón por la que la empresa es noticia.
UN LÍDER DESCONOCIDO
“Mucha gente seguramente ni siquiera ha oído hablar de @BYDCompany, pero es muy probable que en 2030 sea el mayor fabricante de coches del mundo”, señaló en X el responsable de Transporte del think tank británico Unidad de Inteligencia de Energía y Cambio Climático, Colin Walker, al conocerse la noticia. ¿Cómo es posible que una empresa prácticamente desconocida en nuestro país haya logrado esta posición? Lo cierto es que, aunque muchos aún no la conozcan, nació en 1998 como fabricante de baterías, y lleva trabajando en vehículos eléctricos desde que decidió ampliar su negocio a principios de los 2000.
En paralelo a sus años de trayectoria y experiencia, China se ha convertido en el principal mercado de VE del mundo, lo que refuerza el posicionamiento de sus compañías nacionales dentro de la industria global. “Por primera vez en 2022, China representó más del 50% de todos los coches eléctricos en las carreteras del mundo, un total de 13,8 millones. Este fuerte crecimiento es el resultado de más de una década de apoyo político sostenido a los primeros adoptantes […], además de apoyo no financiero como el rápido despliegue de infraestructura de carga y políticas de registro estrictas para los coches no eléctricos”, confirma el informe Global EV Outlook 2023 de la Agencia Internacional de la Energía.
Además del impulso de su Gobierno, BYD cuenta con la ventaja añadida de fabricar sus vehículos íntegramente en su propio territorio, lo que aumenta su control sobre su cadena de suministro y reduce sus costes. Es esta suma de fenómenos es la que le permite que su modelo más barato en nuestro país, el BYD Dolphin, se venda desde 29.990 euros, frente a la berlina más económica de Tesla, el Model 3, cuyo precio de salida es de 39.990 euros. Existen otros más baratos aun, como el Dacia Spring por 19.590 euros. Sin embargo, ni esta ni ninguna otra compañía de Occidente goza del mismo nivel de acceso que tienen sus rivales chinas a la enorme cuota del mercado que hay en su país.
Puede que en 2011 el mundo le riera la gracia a Musk al burlarse de BYD, pero el tiempo y las dinámicas naturales del mercado han ido poniéndolo todo en su lugar. “Para todos los que dudan en Occidente, espero que éste sea el último dato que demuestra la fuerza de BYD y, lo más importante, cómo ‘China EV Inc’ se ha abierto camino en la escena mundial”, sentencia el fundador de la empresa china de asesoría Sino Auto Insights, Tu Le, en declaraciones al Financial Times. Seguramente haber perdido el trono sea una mala noticia para Musk, pero, dado que los VE se alzan como una de las piezas clave para acelerar la transición energética, que el mercado no deje de crecer y abaratarse gracias a la competencia es una buena noticia para todos. Sorry, not sorry, Elon.
Sobre la firma
Periodista tecnológica con base en ciencias. Coordinadora editorial de 'Retina'. Más de 12 años de experiencia en medios nacionales e internacionales como la edición en español de 'MIT Technology Review', 'Público', 'Muy Interesante' y 'El Español'.