Casi todo lo que ves a tu alrededor, ya sea un producto o una materia prima, ha viajado alguna vez en un barco, lo que convierte a los puertos en infraestructuras clave en el comercio y la economía global. En concreto, el transporte marítimo representa más del 80% del volumen del comercio mundial. Lamentablemente, la mayor parte de la sociedad no era consciente del impacto del transporte marítimo en su día a día hasta que, en 2021, el megabuque Ever Given se quedó atascado durante más de una semana en el Canal de Suez, provocando un caos absoluto en las cadenas de suministro del mundo entero.
Fue como si todas las bombillitas del árbol de Navidad se apagaran por culpa de una sola. Pero, en lugar de dejarnos sin luces decorativas, fueron las cargas de los buques las que quedaron paralizadas, incapaces de llegar a sus destinos. La actividad económica asociada se frenó en seco, con sus consecuentes pérdidas, y los puertos de todo el mundo tuvieron que apañárselas para dar respuesta a la crisis naviera que sufrió cada uno de ellos. ¿Te imaginas que, de repente, todos los aeropuertos del mundo colapsaran por el fallo de un único avión? Pues algo parecido les pasó a los barcos y a los puertos.
La cuestión es que, al igual que en el transporte aéreo, cuanto menos tiempo pasa atracado un buque, mejor. Es por ello por lo que todos los actores del ecosistema buscan incansablemente cualquier estrategia para agilizar las operaciones de carga y descarga, mantenimiento y repostaje de los barcos que se producen en cada puerto. Cuanta más innovación e ingenio, mejor, como demuestra el hecho de que “los portacontenedores suelan pasar más tiempo en los puertos de los países en desarrollo que en los de los países desarrollados”, señala el Informe sobre el transporte marítimo 2023 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
“Esos promedios responden a una combinación de un despacho más rápido, mejores infraestructuras y mayor productividad del trabajo”, explica el texto. Y, como no podía ser de otra forma, la tecnología está siendo la gran palanca de estas mejoras, así como en la sostenibilidad de todo el transporte marítimo, cuya actividad representa “casi el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, con un aumento de las emisiones del 20% en tan solo una década”, advierte la organización.
Para entender cómo está siendo esta transformación y qué innovaciones la están dirigiendo, en este capítulo de Tech Titans Talks en colaboración con Kyndryl, hablamos con la subdirectora general del Puerto de Barcelona, Catalina Grimalt, cuya organización se ha sometido a un proceso de transformación y modernización que ha culminado en forma de una plataforma tecnológica de última generación con gran capacidad y velocidad de procesamiento, y con mayores medidas de ciberseguridad y recuperación ante desastres, desde la que controlan todas sus operaciones.
Según la responsable, el eje central de su estrategia actual se centra en la sostenibilidad, entendida bajo tres pilares: económico, ambiental y social. Tiene sentido si tenemos en cuenta que “el principal reto para el sector es que la industria marítima debe emprender un proceso de transformación hacia la descarbonización sin dejar de sostener el crecimiento económico”, avisa el informe de la UNCTAD. “Encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental, el cumplimiento de la normativa y las necesidades económicas es vital para lograr un sector del transporte marítimo próspero, equitativo y resiliente en el futuro”, añade.
Para alcanzar este equilibrio, Grimalt explica cómo algunas tecnologías, como el 5G, están contribuyendo a impulsar los tres pilares de la sostenibilidad de forma conjunta: “Es una de las primeras redes privadas, pero híbridas, de 5G que se han implantado en una infraestructura tan grande como el puerto en toda en toda Europa para poder ser cada vez más eficiente. Gracias a ella, se pueden hacer muchas más operaciones de cualquier tipo sin tener que crecer ni ampliar más los espacios”.
Para poder incorporar esta nueva forma de conectividad, Puerto de Barcelona ha adoptado una plataforma tecnológica de última generación con gran capacidad y velocidad de procesamiento, y mayores medidas de ciberseguridad y recuperación ante desastres. Al combinar estas mejoras con otras tecnologías, como Internet de las cosas (IoT), el puerto también impulsa la transparencia de sus operaciones. Grimalt detalla: “Los puertos se han visto como sitios cerrados en donde sabes que pasan cosas, pero no sabes exactamente qué está pasando con tu mercancía, ni dónde está. Al juntar el intercambio documental con IoT se puede ofrecer […] al importador o exportador información fiable de qué es lo que está pasando con su mercancía”.
Además de información, la red de fibra óptica que están instalando por toda la infraestructura permitirá que, una vez llegados a puerto, todos los buques puedan conectarse a la red eléctrica en lugar de tener que seguir generando su propia electricidad mediante la quema de combustibles. Y, como no podría ser de otra forma, la organización también está construyendo su propio gemelo digital medioambiental. Grimalt cuenta: “Recogemos muchísimos datos medioambientales, tanto de los buques como de las operaciones en terminales y datos de nuestras propias estaciones meteorológicas o nuestros sensores de calidad de aire y del agua. […] Nos interesa mucho monitorizar esto en tiempo real, ser capaces de simular qué pasaría si enchufáramos los buques para que dejaran de emitir CO2”.
Mientras todas estas innovaciones van abriéndose paso, la responsable ya tiene en mente algunas ideas sobre hacia dónde evolucionará el puerto en los próximos años: “Nos imaginamos que habrá muchos servicios hechos con drones, como sistemas de videovigilancia para buques”. Grimalt reconoce que estos cambios van a reducir el número de trabajadores dedicados a la parte operativa, porque “va a estar súper automatizada y va a poderse hacer casi sin personas”. Pero eso no quiere decir que los puertos del futuro no requieran a los humanos. “Habrá muchas más personas trabajando tanto en el mantenimiento de los equipos como en la ingeniería y en el diseño de todas estas operaciones”, concluye.
*Tech Titans Talks (T3) es el espacio de diálogo de ‘Retina’ en colaboración con Kyndryl para acercar a la sociedad las visiones y estrategias de los titanes de distintas industrias que están transformando las realidades que nos rodean con innovación y tecnología.