5G y computación en el borde: no todo es nube en el futuro de la tecnología

La computación ‘cloud’ resulta imprescindible para trabajar con grandes conjuntos de datos en profundidad, pero carece de la velocidad necesaria para obtener información y tomar decisiones en tiempo real. Para resolver este problema, las empresas están empezando a aprovecharse de las ventajas de combinar la rapidez de la conectividad 5G con el procesamiento ‘in situ’ que permite el ‘edge computing’.

Qué lejos quedaron los años en los que había que armarse de una paciencia infinita para ver vídeos streaming. Los usuarios con aparatos compatibles con esta nueva forma de conectividad ya estarán acostumbrados a su rapidez. No obstante, si la tecnología acapara titulares y figura entre las prioridades de inversión por parte de gobiernos y empresas, no es tanto por su impacto en el día a día de la gente corriente, sino por su potencial para revolucionar industrias enteras, como demostraron los expertos reunidos en el encuentro de Retina y Kyndryl, 5G feat edge.

Y es que, aunque los tiempos de descarga que podían contarse en lustros sean cosa del pasado, algunas innovaciones que la industria lleva tiempo prometiendo, como realizar complicadas cirugías robóticas en remoto y las ciudades inteligentes, requieren una velocidad exenta de latencia y capacidad de procesar los datos en los propios dispositivos. Y eso es justo lo que consigue la conectividad 5G cuando se combina con computación en el borde, o edge computing.

“Las necesidades de los usuarios están perfectamente cubiertas con 4G. El objetivo del 5G es atender a cuestiones profesionales, industriales. Las empresas necesitan su despliegue para poder aplicar nuevas soluciones, como el coche autónomo”, sentenció el director general de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Arturo Azcorra.

Su ejemplo no pudo ser más gráfico. Las tecnologías necesarias para que un vehículo pueda navegar por sí mismo, en realidad, ya existen. Lo que les falta es poder comunicarse con cualquier otro elemento inteligente de la urbe para poder tomar las decisiones de navegación más adecuadas en cuestión de milisegundos. Para ello, además de emitir y recibir ese enorme volumen de datos en tiempo real, necesitan procesarlos in situ para evitar “la latencia que se produce cuando la información tiene que hacer un viaje de ida y vuelta a la nube”, añadió la directora de Adopción e Innovación Cloud en Microsoft España, Doris Gomes.

Tras años subiéndolo todo a la nube, lo que toca ahora es gestionar las partes más estratégicas en ese borde, dejando el cloud para procesamientos más complejos y que no requieren tanta inmediatez. “Es un enfoque basado en tres capas: la primera es la captura de datos, la segunda es el procesamiento edge y la tercera, el procesamiento en la nube a largo plazo”, resumió el managing partner de Kyndryl, Antonio Rodríguez.

Foto: De izquierda a derecha, Antonio Rodríguez, Doris Gomes, Elena Gil y el director de Retina, Jaime García Cantero, en una de las mesas redondas del encuentro celebrado en el Espacio SOLO de Madrid. Crédito: ‘Retina’.

Siguiendo el hilo del coche autónomo, el procesamiento por computación en el borde se centraría en la toma de decisiones inmediatas, como la de frenar al detectar a un peatón en la calzada; mientras que el procesamiento en la nube serviría, por ejemplo, para definir mejores rutas de transporte público o las zonas más adecuadas para instalar semáforos gracias al análisis agregado de todos los datos que genera la ciudad.

Hará falta desplegar mucha infraestructura para que la promesa de la ciudad verdaderamente inteligente se cumpla. Mientras tanto, la iniciativa de distintas empresas de desplegar sus propias redes 5G y ejecutar proyectos piloto ya está dando lugar a casos de éxito corporativos. El responsable del Área Digital de Repsol, Enrique Fernández Puertas, afirmó: “Gracias al volumen, la frecuencia y la riqueza de los datos estamos encontrando soluciones a problemas en los que casi ni habíamos reparado y a ver posibilidades increíbles”.

Algunas de estas posibilidades las compartió el gestor de Sistemas e Infraestructuras del Parque Energético La Rábida de Cepsa, Jesús Gómez Melgar, encargado de dar forma a los dos primeros proyectos de 5G y edge computing de la compañía. El primero consistió en aplicar realidad aumentada para identificar las variables de la información asociada a las tuberías por las que fluye el combustible, y el segundo se centró en el mantenimiento predictivo de los equipos para alargar su vida útil y ahorrar costes.

EL RETO: EXTRAER VALOR

Dados los buenos resultados de ambos pilotos y la omnipresencia de las tareas de mantenimiento a nivel industrial, no es de extrañar que este último se está convirtiendo en el caso de uso por excelencia. Fernandez Puertas resumió: “Siento repetirme, pero los problemas son universales, así que el mantenimiento predictivo resulta clave”. Sin embargo, por muy universal que sea esta tarea, la infinidad de escenarios que puede vivir cada tipo de empresa hace que identificar la mejor forma de aplicar 5G en el borde se vuelva todo un reto.

“Las tecnologías son elementos habilitadores, lo realmente importante es el caso de uso, que es el que soporta la inversión”, sentenció el director de Transformación Digital en Acciona Energía, Eduardo Conde. A lo que la directora global de Producto y Operaciones de Negocio de IoT y Big Data en Telefónica Tech, Elena Gil, añadió: “Todo depende de para qué, por eso es necesario entender qué dispositivos necesita cada situación, cada empresa, el tipo procesamiento y, luego, la forma de extraer el valor, que es la parte analítica”.

La responsable también recordó que “definir el caso de uso requiere una expertice y unos conocimientos que una empresa industrial no tiene por qué tener”. Por eso, mientras que Gómez Melgar tiene la tarea de transferir la experiencia y el conocimiento generados en los dos pilotos Cepsa al resto de la compañía, las empresas tipo Kyndryl, Microsoft y Telefónica se están especializando en acompañar a sus socios en el viaje de aplicar con éxito el 5G y la computación en la nube.

Se trata de un servicio cada vez más estratégico, dado el creciente interés de la industria por aprovecharse de las ventajas de esta suma de tecnologías. Rodríguez confirmó: “En los últimos 12 meses hemos visto mucha demanda y en los próximos 18 meses va a crecer aún más”. Pero, para poder cumplir con sus clientes, también es necesario que la transformación cultural vaya acompañada de un despliegue de infraestructuras que lleve el 5G a todos los rincones del país.

Hasta ahora, las empresas más avezadas en el uso de estas tecnologías han sido aquellas que apostaron por instalar redes privadas por su cuenta. Pero, aunque Azcorra reconoció que “aún queda recorrido”, también sacó pecho recordando que “en 2019 España fue el primer país de la UE en desplegar el 5G” y detalló los planes del Gobierno “para que las funcionalidades de la computación integrada en la comunicación, lo que es el 5G completo, lleguen a todas partes”.

Además de “poner el espectro a disposición de las empresas”, el responsable público anunció el inminente lanzamiento del “Programa UNICO Sectorial 5G, dotado con 150 millones de euros, para desarrollar proyectos de entre 3 y 15 millones de euros en sectores de actividad dados, ya sea un puerto, un hospital, una refinería o lo que sea”. Y detalló que los fondos no se destinarán a financiar el acceso a “la cobertura comercial, que ya está disponible, sino a los sistemas específicos que necesitará cada empresa”.

Gracias a esta lluvia de fondos, España aspira a mantener su liderazgo en cuanto a conectividad 5G y su aprovechamiento en el borde, cuyas ventajas penetran cada vez más entre empresas y ciudadanos. Porque, aunque, como dijo Gil, “ni todo es Edge ni todo es cloud”, parece que en este contexto sí podemos felicitarnos por no haber estado en las nubes.

Sobre la firma

Marta del Amo

Periodista tecnológica con base en ciencias. Coordinadora editorial de 'Retina'. Más de 12 años de experiencia en medios nacionales e internacionales como la edición en español de 'MIT Technology Review', 'Público', 'Muy Interesante' y 'El Español'.

Más Información