Ciberseguridad y confianza en la era de la IA

En un entorno digital repleto de incertidumbres, el evento “Ciberseguridad: el reto de la confianza en la era de la IA”, patrocinado por Santander, Google y Minsait, reunió a expertos que alertaron sobre amenazas como la violencia de género y la desinformación. La inteligencia artificial, en tanto que espada de doble filo, resalta la urgencia de proteger a los más vulnerables. Así, la ciberseguridad se erige como la clave para que cada clic sea un paso hacia la confianza, en lugar de un potencial riesgo.

El entorno digital es un reto ecléctico, lleno de desafíos que van más allá de lo que suele discutirse. A menudo, la conversación gira en torno a hackers, geopolítica e Inteligencia Artificial, mientras que aspectos igualmente importantes quedan en la sombra. La ciberseguridad no solo trata de proteger sistemas; también implica salvaguardar, por ejemplo, a los menores, que navegan por un mar de información y riesgos, así como a las crecientes víctimas de violencia de género. Sin olvidar, por supuesto, la ascendente hostilidad en las redes, donde el odio y la desinformación se propagan con celeridad.

Por lo tanto, al abordar el reto de la ciberseguridad, es crucial reconocer que la protección va más allá de la tecnología. Se trata de crear un entorno en el que todos, especialmente los más vulnerables, puedan interactuar sin temor, apoyando un compromiso colectivo que integre la empatía y la responsabilidad social en nuestras acciones digitales.

Durante el evento, diversos expertos de múltiples disciplinas se reunieron para abordar los desafíos que plantea un entorno digital en rápida evolución. Desde la protección de menores hasta la violencia de género, pasando por la influencia de la inteligencia artificial (IA) y las tensiones geopolíticas. Una cita que protagonizó una reiterada llamada a la acción ante un panorama complejo y cambiante.

LA JUVENTUD EN EL FOCO

La primera invitada de la cita fue la Ministra de Juventud e infancia, Sira Rego, quien inauguró el debate con un mensaje claro: «La libertad y la seguridad en el entorno digital son un asunto de orden social. Es posible y necesario avanzar hacia una regulación”. De cara a hechos concretos, la Ministra realizó varias propuestas como: “un control parental por defecto en los dispositivos, un lenguaje accesible en el etiquetado o protocolos en la sanidad para identificar patrones problemáticos de abuso de tecnologías”. Además, recalcó que: «el gobierno tiene la tarea de formar a las familias en los entornos digitales«. Algo que se deriva de unas inquietantes cifras que Rego señaló: “1 de cada 7 menores tiene un mensaje violento cada semana”, y abogó por medidas que vayan más allá de lo punitivo, enfatizando la necesidad de “una conversación pública para entender, entre todos y todas, los límites que se están transgrediendo desde las grandes compañías digitales. Se requiere de un enorme consenso social”.

En relación con la desinformación, planteó: «Lo primero que tenemos que aplicar es un principio de sospecha. No es arbitrario. Se trata de entidades que azuzan la desinformación con intereses concretos. Así es como se deshace todo escenario democrático”. A modo de conclusión, la Ministra de Juventud e infancia, expresó su escepticismo respecto a la falta de control en los entornos digitales. “No existen garantías en la autorregulación. No tiene sentido abrir una red de autopistas punteras, sin señales de tráfico. Debemos cambiar eso».

LA GEOPOLÍTICA EN EL CENTRO: LA IA COMO HERRAMIENTA DE INCERTIDUMBRE

En un mundo interconectado, la geopolítica se sitúa en el centro de un complejo entramado de variables, donde la inteligencia artificial emerge como un factor clave. Esta tecnología, en constante evolución, se suma a una serie de dinámicas que generan incertidumbre y redefinen las relaciones internacionales, planteando nuevos desafíos éticos y estratégicos. Durante el evento, Ciberseguridad: el reto de la confianza en la era de la IA, la analista del Real Instituto Elcano, Raquel Jorque Ricart, abordó este asunto comenzando por la necesidad de regulación internacional en ciberseguridad. Jorque destacó que: «a partir de 2010, con las revelaciones de Snowden, nos dimos cuenta de que debe haber una regulación internacional en esta materia«. La analista, entre otras cosas, afirmó que la Unión Europea debería adquirir competencias que actualmente son nacionales en este ámbito.

Por su parte, Alejandro Romero, CEO de Alto Intelligence, introdujo el concepto de “guerra híbrida”, señalando que «el entorno digital y la IA suponen uno de los ejes de la hibridez», lo que genera vulnerabilidades en un ecosistema multipolar. Tomando como referencia la Guerra de Ucrania, advirtió que «las grandes tecnológicas han estado tomando decisiones en tiempo real«, destacando así su importancia frente al clásico poder de los Estados. Apuntó, igualmente, un inquietante cambio en la postura de Silicon Valley, que ha pasado de tener un marcaje claramente demócrata, a mostrar afinidades libertarias que desconfían del marco democrático y lo ponen en duda.  

José Antonio Rubio, director de Administración Pública y Gobierno de Minsait, aportó una perspectiva sobre la interconexión global: “No podemos localizar ninguna tecnología en un sólo país. Todo está interrelacionado”, lo que aviva el argumento internacionalista a nivel legislativo. También subrayó las amenazas a la integridad electoral, señalando que «todo el entramado de gestión está sometido a eventos que pueden alterar el resultado».

Finalmente, destacó que: «para dominar el mundo hoy se necesitan grandes armas digitales, no sólo armas físicas», subrayando que la ciberseguridad se ha convertido en un nuevo campo de batalla donde la estrategia debe adaptarse a la creciente importancia del espacio cibernético. Este contexto invita a una reflexión sobre cómo navegar por los complejos territorios de la soberanía y la democracia.

NUEVAS AMENAZAS LIGADAS A LA IA: LA VERDADERA CARA DE SKYNET

Si bien alrededor del avance de la IA se ha creado un escenario de fantasioso Armagedón, los riesgos asociados a ella, aunque mucho menos drásticos, no son para tomar a la ligera. Así lo hizo ver la CISO del Grupo Santander, Hazel Diez Castaño, tras destacar el sustancial cambio que hemos experimentado desde el auge de la IA generativa. “Hay una innegable transformación digital. Pasamos de escribir en papel a escribir en el ordenador y ahora cambiamos de nuevo. Eso siempre crea expectativas, retos y riesgos«. Diez destacó, en esa dirección, que: «el paradigma de amenazas es saber en manos de quién está esta herramienta«, subrayando que la IA puede facilitar innumerables gestiones y actividades, pero también la puesta en marcha de actividades ilegales, como «infiltrarse en grupos a través de deepfake» y realizar campañas de impersonación.

Por su parte, el Director de la oficina del CISO, Iberia & Latam, Google Cloud, Jorge Blanco, insistió en “la democratización del acceso a muchas herramientas, lo que multiplica los riesgos. Pero estamos en un juego de suma 0«. Un sistema en el que la ganancia de un participante es exactamente igual a la pérdida de otro. Cosa a la que debemos atender en el caso de la ciberseguridad. Blanco también explicó que, aunque la IA se ha utilizado en finanzas y ciberseguridad durante años, «sólo se ha abierto al gran público ahora», lo cual invita a replantearse la necesidad de “ser responsables y fomentar un uso ético de la IA«. Por ejemplo, con el uso de energía limpia.

Finalmente, el responsable de IA y ciberseguridad en SIA, Juan Pablo Fuentes, cerró la discusión con una observación irónica: «La principal preocupación por parte de los clientes de los riesgos a los que se enfrentan sus IA es por parte de otras IA«. Esta paradoja refuerza la idea de que «la IA es la mejor defensa» contra las amenazas que ella misma puede generar.

CANALES DIGITALES, INFANCIA Y VIOLENCIA DE GÉNERO

En el contexto de la creciente preocupación por la violencia de género en el entorno digital, la Jefa de Área en la Secretaría de Estado de Seguridad, y Comandante de la Guardia Civil, María José Garrido, abordó este tema crucial desde múltiples enfoques. Afirmó, en primer lugar, que: «hasta hace muy poco, la mirada sobre los riesgos digitales era en lo macro, pero ahora se comienza a hablar de microimpactos, donde los delitos son muy personales y requieren un enfoque adaptado a las implicaciones que pueden tener en las víctimas”.

Garrido destacó, a posteriori y regresando sobre la temática de la Ministra Rego, cómo: «los patrones de comunicación en niños han variado«, lo que hace necesario un entorno digital seguro dado que la negativa al uso de los terminales puede culminar en su aislamiento. Sin embargo, advirtió que «no existe una cultura de educación clara«, comparando la situación con permitir que alguien conduzca sin carnet. Además, señaló respecto a otra de las caras oscuras de la cosmología digital, que «la tecnología facilita la comisión de delitos de violencia de género, especialmente el quebrantamiento».

Insistió la Comandante de la Guardia Civil en cómo, hablando de violencia de género: «la persecución digital debería homologarse al mundo físico». Garrido determinó que, según datos oficiales, muchas mujeres no denuncian la violencia, y algunas, especialmente jóvenes, “carecen de claridad sobre los límites de su privacidad digital”. También mencionó la complejidad de identificar la violencia psicológica y enfatizó la necesidad de «aumentar las campañas y diversificar la noción de víctima”.

Finalmente, concluyó que se debía: «invertir en sensibilización«, reconociendo que: «lo que a alguien le puede resultar inocuo a otros puede llevarlos al suicidio«. En cuanto a la legislación, la experta aclaró el papel de España como “un país de referencia en cuanto a leyes de violencia de género«, siendo pionero en homologar esta violencia al ámbito digital.

CAMINANDO HACIA LA CONFIANZA

El evento concluyó con la certeza de que, a medida que la tecnología avanza y se transforma, también lo hacen los retos que enfrentamos. Desde la protección de nuestros jóvenes hasta la lucha contra la violencia de género, es fundamental construir un entorno digital que no solo sea seguro, sino que fomente la confianza. La inteligencia artificial, aunque a menudo vista con recelo, también se presenta como una herramienta potencialmente poderosa para combatir estas amenazas, siempre y cuando se utilice con responsabilidad y ética.

En un mundo digital, cada clic puede ser un paso hacia adelante o un tropiezo en la oscuridad. El entorno actual es totalmente híbrido. Plagado de ambigüedades y dudas que serán crecientes en el futuro. Sin embargo, donde emergen posibles crisis también nacen nuevas oportunidades. Y es vital por el bien de todos que apostemos por estas últimas, sin dejarnos someter por las primeras. 

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