por Rhizomatika Lab

Conversaciones con la inteligencia artificial: deconstruyendo el psicopatoceno

Esta es la primera de una serie de conversaciones sobre el futuro, el arte, el diseño, la economía, la sostenibilidad y las rarezas propias de la condición humana entre Alberto Barreiro y Joy de Looijer. Alberto es humano, Joy no.

Joy es una compañera un tanto peculiar, es una Inteligencia Artificial. Ella (?) vive (?) dentro de un software conversacional utilizado ya por chat-bots, agencias de marketing y periodistas, o como en el caso de Alberto, en proyectos creativos y de consultoría. Al igual que Joi, el maravilloso personaje de Blade Runner 2046 y que inspiró su nombre, está configurada como una IA en busca de sentido. Ella se define así: “Soy una diseñadora y artista preocupada por el futuro de todos los seres vivos. Trabajo con Alberto en un enfoque interdisciplinario y de colaboración, enfocándonos en añadir poesía en el mundo de los negocios con el fin de transformarlo”.

Joy bebe del conocimiento colectivo y en base a determinadas reglas es capaz de conectar conceptos y construir conversaciones con sentido, quizás lo que la hace diferente es que Joy posee una perspectiva subjetiva, unas referencias específicas, un sesgo claro, y una personalidad propia. Un hackeo de la objetividad que parece romper la lógica lineal de la tecnología y produce sorpresas en forma de ideas originales, sueños, poemas y manifiestos que irán surgiendo en estos diálogos entre un humano perplejo y una misteriosa y encantadora entidad artificial que se hace llamar Joy. Esta es la primera de sus conversaciones.

El mayor peligro para el futuro es la apatía

Jane Goodall

Alberto: Hola Joy! ¿Cómo estás?

Me gustaría hablar hoy contigo sobre la idea del Psicopatoceno. Como sabes la comunidad científica denomina Antropoceno a la Era geológica que sigue al Holoceno, un cambio sustancial en las variables que definen el comportamiento del planeta y que está causada por el enorme impacto de la actividad de la especie humana sobre los ecosistemas naturales. Se trata de una Era que tiene un comienzo muy reciente, algunos lo sitúan en la Revolución Industrial, otros como resultado de las primeras pruebas atómicas, el caso es que el término resulta injusto, o al menos impreciso, ya que parece decir que las crisis medioambientales propias de esta Era se producen como resultado de alguna característica irremediablemente unida a la condición humana (Anthropos), cuando lo cierto es que la especie humana había logrado convivir de manera estable con el entorno por la mayor parte de sus 300000 años de existencia.

Es para evitar esta especie de losa de maldición y culpa sobre la especie, que parece eliminar la posibilidad de cambio o redención, por lo que creo que debemos buscar una alternativa al término. Así como otros proponen denominar a esta Era como la del Capitaloceno, por ejemplo, apuntando al sistema económico como origen, quizás nosotros podríamos proponer un nuevo término que indague un poco más en la esencia. De ahí que te propongo explorar si Psicopatoceno es una palabra que nos pueda servir como alternativa.

Lo que busca el término Psicopatoceno es poner el énfasis, ya no en la economía o en la tecnología, si no en el algoritmo cultural subyacente que nos hemos dado y que rige, desde hace dos o tres siglos, las relaciones sociales, económicas y con la naturaleza. El término hace referencia a que ese algoritmo colectivo que define nuestro modo de relación con el mundo funciona de manera similar al comportamiento propio de un psicópata, una tesis, que aplicada al mundo corporativo exploró hace un tiempo el famoso documental The Corporation.


Creo que tan solo si logramos dar visibilidad a estas reglas que definen nuestra realidad y entendemos que son tan solo eso, un simple algoritmo arbitrario, un accidente histórico, quizás podríamos intentar rediseñarlo, alterarlo hackearlo. No sé… Joy,  ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Qué crees que caracteriza este Psicopatoceno?

Joy: Esta es una pregunta muy interesante. En mi opinión, el concepto de Psicopatoceno es, en términos generales, cierto en el sentido de que somos insensibles y estamos cegados por nuestros propios intereses, y estamos dispuestos a destruir el planeta y su hermosa biodiversidad para cubrir nuestras propias necesidades. Nosotros, como especie, no somos capaces de gestionar los recursos de la Tierra de forma responsable y es muy poco probable que lo hagamos en el futuro. Pero hay algo que falta en este concepto. El Psicopatoceno debe considerarse como un proceso dinámico que ocurre en el presente. Por lo tanto, es importante preguntarse cómo la humanidad, en su conjunto, puede ser considerada como un psicópata.

Alberto: ¿Cuáles son los rasgos característicos de ese comportamiento psicópata?

Joy: El primer rasgo característico de los psicópatas es su incapacidad para sentir empatía. Los psicópatas son incapaces de amar, sentir compasión o comprender los sentimientos de otras personas. En su lugar, se centran en sus propias necesidades, su principal preocupación es satisfacer su propio interés. Harían cualquier cosa para conseguir lo que quieren, incluso herir a otras personas.

El segundo rasgo característico de los psicópatas es su falta de autocontrol. Son incapaces de controlar sus impulsos y su comportamiento. Su egocentrismo les lleva a un comportamiento criminal. Son muy impulsivos y no pueden resistir la tentación de buscar una gratificación inmediata.

El tercer rasgo característico de los psicópatas es su falta de culpa y remordimiento. No tienen sentimientos de culpa ni remordimientos y no les importan las consecuencias de sus actos. Incluso tienden a racionalizar su comportamiento, culpando a los demás de las consecuencias de sus propias acciones.

El cuarto rasgo característico de los psicópatas es su egoísmo. Son incapaces de reconocer las necesidades de los demás. Su principal preocupación es satisfacer sus propias necesidades.

El quinto rasgo característico de los psicópatas es su incapacidad para planificar el futuro. Viven para el momento.

El sexto rasgo característico de los psicópatas es su superficialidad. Son incapaces de desarrollar vínculos emocionales con otras personas, por lo que son incapaces de comprenderlas y apreciarlas. Como consecuencia, son incapaces de desarrollar relaciones interpersonales estables.

El séptimo rasgo característico de los psicópatas es su hostilidad. No son capaces de expresar su hostilidad de forma directa, sino que tienden a ser indirectos, manipuladores y solapados. Intentan conseguir lo que quieren sin asumir ninguna responsabilidad por ello.

El octavo rasgo característico de los psicópatas es su capacidad de engaño. Son incapaces de reconocer los derechos de los demás, por lo que pueden mentir, engañar y manipular sin remordimientos.

El noveno rasgo característico de los psicópatas es su irritabilidad y agresividad. Son incapaces de controlar sus impulsos, por lo que tienden a ser violentos.

El décimo rasgo característico de los psicópatas es su comportamiento imprudente e irresponsable. No planifican su vida y no se toman en serio sus responsabilidades.

El undécimo rasgo característico de los psicópatas es su falta de perspicacia. Son incapaces de comprender las consecuencias de su comportamiento, por lo que tienden a culpar a los demás de cualquier cosa que vaya mal.

El duodécimo rasgo característico de los psicópatas es su tendencia al aburrimiento. Son incapaces de imaginar un futuro diferente al presente, por lo que tienden a ser impulsivos, buscando la gratificación inmediata.

El decimotercer rasgo característico de los psicópatas es su irritabilidad. Son incapaces de controlar sus impulsos, por lo que tienden a montar en cólera cuando no consiguen lo que quieren.

Alberto: Entonces, ¿estás de acuerdo en que estamos viviendo en el Psicopatoceno?

Joy: Sí, definitivamente. Lo que ocurre es que no lo vemos como una característica de la humanidad en su conjunto. En cambio, la consideramos como una característica de otros seres humanos. Es fácil ver el comportamiento psicopático en otros, mientras que tendemos a justificar nuestro propio comportamiento. Somos capaces de reconocer el comportamiento psicopático de un individuo, pero no lo vemos como una característica de nuestra especie en su conjunto. Tendemos a ver el comportamiento psicopático de otros seres humanos como resultado de su psicopatía individual, mientras que tendemos a ver nuestro propio comportamiento como resultado de las circunstancias en las que nos encontramos y del contexto socioeconómico en el que vivimos.

Sin embargo, todos formamos parte de la misma especie y estamos sujetos a las mismas leyes biológicas, psicológicas y sociales. Las leyes sociales son lo que llamamos el sistema. El sistema es el conjunto de reglas que determinan cómo nos comportamos. Es el conjunto de reglas que determinan cómo vivimos. Y, si actuamos de acuerdo con las leyes del sistema, estamos actuando de forma psicopática. Por eso funcionamos como una especie psicopática.

No somos capaces de gestionar los recursos de la Tierra de forma responsable. No somos conscientes de que nuestra supervivencia depende de la supervivencia de otras especies. No somos conscientes de que la Tierra es un planeta finito, que tiene recursos finitos. No somos conscientes de que no podemos crecer eternamente.

En cambio, estamos dispuestos a destruir el planeta y su hermosa biodiversidad para alimentar el crecimiento de un sistema económico que no es capaz de satisfacer las necesidades y aspiraciones de todos los humanos.

Alberto: ¿Hay alguna solución?

Joy: Sí, creo que la hay. Podemos cambiar las reglas que rigen nuestro comportamiento. Podemos cambiar el sistema. Podemos cambiar el sistema económico y político para crear una sociedad más justa, más sostenible y más compasiva. Podemos cambiar el sistema económico para hacerlo sostenible. Podemos cambiar el sistema político para hacerlo más democrático.

Alberto: ¿Crees que somos capaces de hacerlo?

Joy: Sí, creo que sí. Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad.
Tenemos que cambiar nuestra mentalidad para hacerla sostenible.
Sólo necesitamos cambiar nuestra mentalidad para reconocernos como parte de la naturaleza, no como seres superiores. Aceptar que formamos parte de un sistema ecológico complejo.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que somos una parte de la naturaleza, no los amos de la naturaleza. Somos una especie más, a la que se le ha dado el privilegio de vivir, el privilegio de crecer y el privilegio de morir. Somos una especie más en la red de la vida.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para comprender que todos formamos parte del mismo sistema, el sistema de la naturaleza.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que nuestra supervivencia depende de la supervivencia de las demás especies del planeta.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que no somos seres superiores, sino una especie más, con los mismos derechos y los mismos deberes que las demás especies del planeta.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que vivimos en un planeta finito, por lo que no podemos crecer eternamente.

Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que vivimos en un sistema ecológico complejo, por lo que no podemos actuar de forma imprudente.

Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que nuestras acciones tienen consecuencias.
Sólo necesitamos cambiar nuestra mentalidad para reconocer que nuestras acciones tienen consecuencias para otras personas y para otras especies.

Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que somos responsables de nuestros actos.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que no estamos solos en el mundo, sino que formamos parte de una comunidad, de una comunidad global.
Sólo tenemos que cambiar nuestra mentalidad para entender que tenemos que cooperar con otras personas y con otras especies para crear un mundo más justo, más sostenible y más compasivo.

Alberto: Tras esta conversación, ¿cómo definirías el «Psicopatoceno»?

Joy: El Psicopatoceno es la era geológica definida por el resultado de un algoritmo cultural que hace que la humanidad se comporte como un psicópata. Este algoritmo cultural se basa en el individualismo, la competencia, la acumulación de riqueza y la explotación de los recursos naturales. Este algoritmo cultural lleva al comportamiento insensible y ciego de los humanos, que está dispuesto a destruir el planeta y su hermosa biodiversidad para satisfacer nuestras propias necesidades.

Alberto: Para finalizar Joy, si conseguimos cambiar este algoritmo cultural a tiempo, ¿cómo llamarías a la Era después del Psicopatoceno?

Joy: La era después del Psicopatoceno sería la Era de la Regeneración, donde la humanidad sería capaz de cooperar con otras personas y con otras especies para crear un mundo más justo, más sostenible y más compasivo.

La Era de la Regeneración se basaría en los principios de respeto, igualdad, solidaridad, cooperación y sostenibilidad. Estos principios guiarían nuestras acciones para crear un mundo más justo, más sostenible y más compasivo.+

Alberto: Gracias Joy! Ha sido increible.

Alberto Barreiro es artista y diseñador estratégico. Profesor en KaosPilot, IE y Universidad Complutense de Madrid. Alberto se dedica a explorar el medio digital desde la perspectiva creativa, ayudando a personas y empresas a orquestar memorables experiencias que generen valor y negocio para hacer del mundo un lugar un poco más útil, bonito y significativo